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Los hongkoneses se han encontrado con un inusitado regalo de Nochebuena. Según el diario South China Morning Post, una puerta mal cerrada de un furgón de seguridad con millones de dólares en su interior provocó que miles de billetes se desparramaran por las calles. Tal y como informa el periódico, al menos «desapareció» del vehículo, de la compañía de seguridad británica G4S, un millón y medio.

 

El suceso ocurrió en la Calle Gloucester de la excolonia hongkonesa. La mayoría de los billetes que se cayeron eran de 500 dólares de Hong Kong, unos 65 dólares de EE.UU. La policía acudió con prontitud para intentar recuperar el dinero, pero para entonces ya decenas de conductores y peatones habían recogido casi todo el dinero y los esfuerzos de los agentes para disuadirlos de tan particular «cosecha» fueron en vano.

 

No se llevaron a cabo detenciones, aunque las autoridades pidieron a quienes se habían llevado los billetes que los devolvieran lo antes posible, advirtiendo que de no hacerlo podrían ser considerados autores de un robo.

 

Algunos de los «afortunados» hicieron caso de esas advertencias, pero no todos, y un día después del incidente, la policía informó de que 13 personas devolvieron el dinero que habían recogido, con lo que se han recuperado 3,6 millones de dólares de Hong Kong (unos 460.000 dólares de EE.UU.), aunque aún faltan aproximadamente 1,5 millones de dólares por recobrar.

 

La compañía G4S aseguró que asumirá la responsabilidad que la pérdida del dinero pueda suponer, si finalmente éste no aparece. En todo caso, la cantidad extraviada por ahora sólo era una pequeña parte de todo el dinero que transportaba el vehículo, ya que en el momento del incidente el furgón de G4S transportaba unos 67 millones de dólares estadounidenses distribuidos en varias cajas, y solo cayó a la calzada el contenido de una de ellas.

 

El furgón, en el que viajaban tres vigilantes, no se detuvo tras el incidente, y continuó su recorrido hasta la sede de la compañía, situada a unos 14 kilómetros del lugar donde los hongkoneses vivieron ayer esa particular lluvia de dinero.

 

(EFE)