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A pocos días para finalizar el 2014, el presidente de Copei, Roberto Enríquez, ratificó que la autodenominada Mesa de la Unidad Democrática (una alianza que agrupa a los partidos de derecha en el país, incluyendo Copei), está “al borde de una fractura”.

 

Enríquez, en declaraciones publicadas este domingo en un medio privado, dijo que el nuevo altercado puertas adentro de la alianza conservadora surgió por la designación que realizó el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de los rectores al Consejo Nacional Electoral.

 

La votación para elegir a los representantes del Poder Electoral no contó con la mayoría calificada de la Asamblea Nacional (AN), debido a que la bancada de la derecha se negó a votar, por lo que, de acuerdo a la normativo vigente, correspondió al TSJ hacer la designación.

 

La MUD en el último momento se negó a votar en la plenaria de la AN, aunque participó en la Comisión que convocó y seleccionó a los aspirantes. El diputado y periodista Earle Herrera reveló en un artículo que diversas y repentinas llamadas telefónicas a los parlamentarios opositores, en plena sesión, los hizo cambiar de parecer y atizó la lucha intestina.

 

“Sus diputados (MUD), cada vez que suena el celular, quedan paralizados in situ. Unas veces los llama alguno de los financistas exógenos; otras, la voz viene de la MUD y, cuando la cosa es muy grave, de la misma embajada (EEUU). Esta última llamada es la que acalambra y engurruña”, escribió Herrera.

 

Incluso, Pablo Duŕan, uno de los postulados de la oposición al CNE, quedó seleccionado como rector suplente, pero luego renunció presionado por el partido Primero Justicia, que intenta boicotear cumplimiento constitucional de designar rectores como lo estipula la ley.

 

“Lo que tiene la oposición es una pelea de pranes” dijo este sábado el presidente de la AN, Diosdado Cabello sobre la división que prevalece en la derecha.

 

(AVN)