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Según los que viven de nuestro trabajo, sí. Durante la Conquista, Fray Tomás Ortiz llama a los indígenas «haraganes, ladrones, mentirosos»; Gonzalo Fernández de Oviedo jura que «muchos de ellos, por su pasatiempo, se mataron con ponzoña por no trabajar, y otros se mataron por sus propias manos».

 

Hacia 1888 La francesa Jeny de Tallenay sostiene que «el indígena es inteligente, pero perezoso», el jurista Núñez de Cáceres, que el indígena es «naturalmente perezoso». Todavía en 1988 afirma Arturo Ochoa Benítez que «el venezolano no ha aprendido que el trabajo es un elemento necesario (…) El no haber aprendido a trabajar ni a valorar el trabajo lo ha conducido al facilismo». Cría fama, y échate a dormir.

 

Bien puede hablar de pereza ajena quien jamás se ha levantado a las cuatro de la mañana para echar machete en un conuco o bajar un cerro para tomar el primero de tres autobuses hasta un trabajo que arranca a las siete de la mañana. Para denigrar del venezolano es conveniente también no haber viajado al exterior, donde los horarios son cómodos «nine to five», y donde el número de fiestas, vacaciones, ferragostos y recesos supera con mucho a nuestros inocentes puentes y fiestas patronales.

 

Cierto que no llegamos al nivel de las maquilas asiáticas o centroamericanas, donde los esclavos, perdón, los trabajadores laboran más de doce horas y duermen al pie de las máquinas. Pero es que se debe trabajar para vivir, y no vivir para trabajar.¿Es el trabajo camino a la riqueza? En 1990 y 1994 la Consultores 21 S.A. realiza sondeos sobre el tema «¿Es posible hacerse rico en Venezuela trabajando?».

 

Sobre ello, sólo el 38% opina que «los hombres que tienen riqueza en Venezuela la han logrado trabajando» (¿El 62% que no contesta afirmativamente cree lo contrario?). Un 53% opina que «nadie se hace rico con un trabajo honesto». La mayoría no percibe relación entre trabajo, honestidad y riqueza, sino todo lo contrario.

 

¿Para qué se trabaja? El año 2013, GIS XXI aplica una encuesta a 10.000 jóvenes, y encuentra que 4.070 laboran, proporción notable a una edad propicia para el estudio y el esparcimiento. Se preguntó la razón para hacerlo; 42% contestaron que para mantener un grupo familiar, para cubrir gastos personales 30%, para incrementar el ingreso del grupo familiar 25%. El 77% lo hace para mantener la familia, en vez de esperar ser mantenidos por ella. No es conducta de egoístas, ni de flojos.

 

En la Encuesta sobre el Gusto, realizada por GIS XXI el 2015, se preguntó ¿Cuáles diría usted que son las características típicas de la forma de ser de los venezolanos que más los diferencian de otros países? Sólo 10% eligió como rasgos distintivos «Somos más trabajadores, responsables». Pero apenas 4% eligió «Somos más irresponsables, flojos, vagos». Nadie sabe para quién trabaja: saberlo es la condición para un trabajo eficiente, satisfactorio, productivo. Hasta que las máquinas hagan todas las tareas mecánicas, aburridas, repetitivas, y sólo quede el juego, o sea, el trabajo creativo.

 

Por Luis Britto García

 

(Aporrea)