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En marzo de 2015, el Arzobispado de Madrid cedió la gestión de la iglesia de San Antón a la ONG Mensajeros de la Paz y su fundador, el padre Ángel. La parroquia, que había permanecido cerrada durante décadas y solo abría puntualmente cada 17 de enero para celebrar la famosa bendición de las mascotas, inició entonces un proceso de modernización tecnológica para acercar su fe a los ciudadanos.

 

Una iglesia adaptada a los nuevos tiempos

 

Al pasar por delante de la iglesia de San Antón, el visitante observará un cartel que anuncia los servicios que presta la parroquia: agua fresca, cambiador para bebés, desfibrilador, baños y acceso gratuito a WiFi. Si presta atención, verá que en la entrada hay una máquina expendedora de donaciones.

 

“Inserto el dinero que quiero meter y elijo el alimento al que quiero destinarlo”, nos cuenta María Gómez, que acude de vez en cuanto a la iglesia para hacer una donación “a estas personas que lo están pasando tan mal”. La máquina le entrega una cajita vacía simbólica con la imagen de unos huevos.

 

Nada más entrar, a la izquierda, hay una mesa en la que se ofrecen galletas y termos con café y leche, además de vasos de plástico y azucarillos. Se trata de un “café solidario”: un cartel invita a los beneficiarios del servicio a donar una cantidad simbólica para poder pagar una bebida caliente a otros que la necesiten.

 

Antonio, el nombre ficticio con el que identificamos a este hombre de 56 años, nos invita a tomar un café. Hace 10 años que reside en España. La crisis económica lo empujó al paro y no quiere que su familia se entere de “que aquí lo estoy pasando mal”. Recibe mensualmente una prestación de 420 euros, pero “no me llega para vivir” y “acudo todos los días a la iglesia”, nos cuenta.

 

Cuando accedemos al interior de la iglesia de San Antón, adaptada para personas con movilidad reducida y otras discapacidades, comprobamos que hay servicio de WiFi gratuito, enchufes para que la gente pueda cargar sus teléfonos móviles, baños con acceso libre y un cambiador de pañales, y cuatro pantallas de televisión para seguir eventos religiosos importantes.

 

La iglesia permite la entrada con mascotas, ya que San Antón es el patrón de los animales y esta iglesia es famosa porque una vez al año, el 17 de enero, cientos de personas acuden a su puerta para bendecir a sus mascotas. De hecho, hay, incluso, un bebedero y un comedero para perros en la entrada de la iglesia.

 

Un centro de atención social y espiritual

 

Pero la iglesia no solo dispone de servicios tecnológicos accesibles para toda la ciudadanía. Ante la creciente demanda de un techo y de comida por parte de un sector de la población que ha sufrido gravemente las consecuencias de la crisis económica, Mensajeros de la Paz decidió mantener la iglesia abierta al público las 24 horas del día, de manera que cualquier persona sin un hogar pudiese encontrar un cobijo dentro del templo y guarecerse del frío y la lluvia, y ofrece desayunos y cenas diarios.

 

Las pasadas navidades, el fundador de Mensajeros por la Paz, el padre Ángel organizó en el Palacio de Cibeles una cena de Nochebuena para 200 personas sin hogar, a la que asistió la propia alcaldesa del Ayuntamiento de Madrid, Manuela Carmena.

 

Una de las últimas iniciativas del padre Ángel ha sido emitir la final de la Champions en la antigua sacristía de la parroquia para facilitar que las personas sin techo pudieran ver el partido que enfrentó el pasado sábado al Real Madrid y al Atlético de Madrid.

 

(RT)