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El cronista de La Guajira, Hilario Chacín, denunció a través de una reseña el crimen que se estaría cometiendo con burros en la mencionada región, donde personas matan a estos animales para quietarles la piel y venderla a altas sumas de dinero.

 

Al parecer, en cualquier momento del día se practica este terrible hecho por sujetos que se trasladan en motos, según testimonios recogidos por el escritor hay en localidad negociantes de las pieles que cancelan hasta 200 mil pesos por cada una.

 

Indicó que a partir de Punta Gallina, donde inicia el territorio de la Guajira, hasta Sinamaica, se ha informado sobre la desaparición de más de treinta burros en las regiones de Caimare Chico, Arizona, Los Hermanitos, Los Robles, entre otros.

 

Chacín mencionó que tuvo la oportunidad de entrevistar a dueños de los animales sacrificados, también verificó que en diferentes sitios de la Alta Guajira hay compradores de las pieles que poseen tiendas, bodegas, y demás negociantes que vienen de Colombia.

 

En el negocio, los dueños de esas tiendas adquieren el cuero del animal por 120 mil pesos, prontamente son transportados a diferentes sectores del país neogranadino a un precio que ondea los  300 y 700 mil pesos, en Medellín es más costoso, de este lugar son despachados a numerosas naciones europeas en monedas foráneas.

 

Asimismo, refirió el recorrido en una comunidad conocida como Araliatu’u en la vivienda de un negociante de piel de burros, le presentaron cerca de 200 pieles frescas. “Yo los compro a 120 mil pesos, lo salo y lo seco y de ahí los envío para Maicao, lo vendo por 350 mil pesos, a veces la policía molesta pero le damos su tajada”, expresó la fuente.

 

Entre otros alegatos recogió el de Jaime Ipuana, en la costa de la Guajira, un habitante de Tapuri, quien indicó: “Ya los zamuros están hartos de comer carne de burros sacrificados, solo se llevan el cuero para la comercialización, es una pudrición que hay en toda la costa, yo creo que en pocos días no vamos a ver ni un burro en la Guajira, porque la gente por el cochino dinero no ve el sufrimiento de esos animales, pero la persona que comete ese crimen tan horrendo, no tendrá larga vida, le lloverá un castigo divino, porque esos animales son de Ma’leiwa –dios-. Cuando nació el hijo de Dios, ahí estuvo un asno y una mula para adorar el nacimiento, ninguna autoridad pone freno a esto, así como ocurre en esta zona, soy de Caimare, solo estoy por acá ocasionalmente y vemos la gente persiguiendo los burros en motos en la salina de Caimare, Campo Alegre y cuando se cansa el pobre animal, se cae y ahí es donde los matan y le pelan el cuero, que es el único objetivo de los malhechores. No hacemos nada con denunciar a la policía porque los agarran y al cabo de un rato ya están sueltos esos asesinos de burros, porque Poliguajira y la policía regional son las mismas calañas, bailan al ritmo del dinero y no hacen cumplir la ley como es debido, estamos ante una situación terrible”.

 

Otro testigo señaló que los raptores de estos animales viven en la localidad y los comercializan a un conjunto de personas de Colombia que ofrece alrededor de 10 mil bolívares por el cuero de cada burro.

 

Finalmente, el investigador de este lamentable caso explicó que los asnos son considerados por la población Wayuu por sus tareas; exhortó a las autoridades para que atiendan de inmediato el tema, ya que al presente nadie ha mostrado interés para buscar soluciones y aplicar la ley a los delincuentes por este grave hecho.

 

(LaIguana.TV)