El Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), considerado el más grande de esta nación latinoamericana, enfrenta el reto del «nuevo comienzo», declarado por el presidente Nicolás Maduro luego de su victoria electoral, y en medio de la más profunda crisis económica que ha enfrentado el país desde que Hugo Chávez ganó su primera elección, en 1999.

 

Para ello, han convocado el cuarto congreso del partido, que se celebrará entre los días 28 y 30 julio. Según Anival Navarro Duarte, analista político consultado por este medio, este encuentro tendrá «la presión de ofrecer resultados que satisfagan la expectativa nacional» de combate a la inflación.

 

«Instrumento de renovación»

 

Al anunciar el congreso, Diosdado Cabello, vicepresidente del Psuv, dijo que esa tolda política realizará propuestas para consolidar las iniciativas sociales del gobierno de Nicolás Maduro. «El Psuv tiene que ser un instrumento para gobernar, para hacer la Revolución (…) Ganamos elecciones y ahora debemos ir a hacer la Revolución en todos los rincones de nuestra Patria», informó.

 

Por otra parte, en un mensaje de Twitter, Cabello, quien también es presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), pidió a los militantes del Psuv que conviertan al congreso en un «instrumento de renovación», luego de varios escándalos de corrupción que han involucrado a altos funcionarios del gobierno, como los denunciados en la estatal Petróleos de Venezuela.

 

El Psuv, fundado por Hugo Chávez en marzo de 2007, luego de disolver la plataforma que lo llevó al gobierno en 1999 (Movimiento Quinta República, de siglas MVR), cuenta actualmente con la más numerosa militancia del país, cuantificada en 6.400.000 integrantes.

 

¿Refundación?

 

Julio Chávez, dirigente del Psuv e integrante de la Comisión para la Coherencia de Raíz del IV Congreso, dice que se persiguen varios objetivos. «Un partido mejor organizado, una militancia mejor formada para ser intermediaria entre el pueblo y el gobierno, construir el proyecto histórico del socialismo, reunificar las fuerzas del chavismo y fortalecer la práctica de la democracia a lo interno del partido», enumera.

 

Añade que, en el marco de la crisis actual, el Psuv debe discutir «el modelo económico productivo que propone la militancia de vanguardia y la dirigencia del partido».

 

Según Chávez, «el 62% de los 645 delegados que asistirán al congreso, fueron electos en primer grado por la base del Psuv». Con esto responde a una de las críticas que los miembros de esa tolda política hacen a la dirigencia.

En 11 años de vida del Psuv, «a pesar de los errores», explica el también integrante de la ANC, «se logró mantener un partido con más de 6 millones de militantes que confían en su liderazgo».

 

El congreso no se hace para la refundación del partido de gobierno, sino para el «encuentro con las raíces originarias y los postulados primigenios de Hugo Chávez», precisa el constituyente.

 

El liderazgo de las bases

 

Para Adel El Zabayar, diputado emérito del parlamento venezolano y militante del chavismo, el partido socialista «debe basarse en los liderazgos naturales de las bases», lo que supone un reclamo de la militancia bolivariana.

 

Refiriéndose a los casos que captan la atención pública (corrupción y crisis económica), afirmó que «si el Psuv no es capaz de hacer contraloría a los acontecimientos, será un partido prescindible».

 

Para El Zabayar, el reto está en que el partido pueda «vigilar y controlar la gestión de los gobernadores, alcaldes y diputados. No puede callar las conductas de abusos de poder de los funcionarios electos con votos del Psuv».

 

La depuración del partido

 

El Zabayar, quien también es presidente de la Federación de Asociaciones y Entidades Árabes de Venezuela, considera que el principal partido del chavismo afronta la urgencia de depurarse.

«Hay que recordar que el PSUV nació como un partido de gobierno, en el poder» y cuando eso pasa, agrega, «atrae a intereses distintos» y eso se erige como «una debilidad». Entonces, «hay que salir de la gente que se acercó solo para conseguir un contrato o que no tenían afinidad ideológica con el proyecto de Chávez», explica.

 

El exdiputado cree que los socialistas no pueden perder la oportunidad de «volver a plantearse un mecanismo que represente al poder popular», de tal forma de no correr con la misma suerte que el Partido Nasserista. Esta organización política, fundada en Egipto por Gamal Abdel Nasser, sufrió una atomización luego de la muerte de su líder, y en la actualidad al menos una decena de partidos se declaran seguidores de esta ideología.

 

«Si el Psuv continúa con la practica de servir solo de aparato electoral, recordarán el partido solo cuando haya elecciones», dice El Zabayar.

 

Chavismo y crisis actual

 

«Más que un congreso, el Psuv debería detenerse a pensar qué harán como partido político a partir de este momento», apunta el analista Anival Navarro Duarte.

 

En su opinión, «sería una pérdida de tiempo» invertir varios días de debates para finalmente declarar que el Psuv «apoyará» las seis líneas de trabajo propuestas por Nicolás Maduro durante su juramentación ante la ANC, cuando el país «demanda soluciones a la crisis económica» entre otros asuntos.

 

Y aunque el tema electoral ha pasado a un segundo plano, por ahora, el analista coincide con El Zabayar en que el partido socialista debe «retomar los comicios internos», ya que la ausencia de estos generan un «evidente descontento de la militancia, por la imposición de las candidaturas y representantes en cargos de gobierno».

 

Luego de cerrado el ciclo electoral, el partido más grande «debería acompañar tareas prioritarias, como derrotar la inflación, levantar la producción nacional y mejorar la prestación de los servicios públicos». No deberían «prometer hacer la revolución» cuando se supone que «la revolución está encaminada», concluye Navarro Duarte.

 

(RT)