Fue en el Nationals Park, en el área del home plate, donde la carrera de Wilson Ramos dio un giro desafortunado el 26 de septiembre del 2016.

 

Unos meses antes, el receptor venezolano había sido convocado a su primer Juego de Estrellas como integrante de un equipo de los Nacionales que se perfilaba como favorito para llegar a la Serie Mundial. Sus números cuando arrancó aquella jornada – promedio de .307, 22 jonrones y 80 impulsadas – lo tenían en posición de comandar un jugoso contrato como agente libre en el invierno, por lo que Ramos se había dado el lujo de rechazar una extensión de tres años que le había ofrecido Washington.

 

Faltando menos de una semana para que terminara la campaña regular, Wilson Ramos vio cómo se esfumaron sus sueños en una noche lluviosa cuando un desgarre en la rodilla derecha lo mandó al quirófano, dejándolo fuera de los playoffs y también parte del 2017.

 

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(Marca Vinotinto)