En Nicaragua, un grupo de mujeres desenmascara al sacerdote de la Iglesia San Sebastián por negar que las personas que permanecían en su iglesia formaban parte de los grupos violentos.

 

Frente a las cámaras de un programa de televisión, el representante de Dios aseguró que quienes permanecían en el lugar eran “voluntarios para atender a los heridos” y no terroristas. Además, negó que su iglesia funcionara como un centro de acopio para los violentos terroristas. Sin embargo, las mujeres del pueblo indignadas, gritaron la verdad:

 

-«¡Fueron torturados, fueron violados y golpeados. Señor, no hable mentiras. Usted es un hombre justo y un hombre de Dios. Hable la verdad!»

 

-«¡No sea mentiroso! Los muchachos le pedían que los salvara y usted solo les preguntaba: ¡¿Dónde están las armas?!», intervino otra.

 

“¡El pueblo no les cree!”, coincidieron estas mujeres nicaragüenses que también revelaron que este sacerdote veía cómo golpeaban con la cacha de la pistola a los jóvenes sandinistas y no hacía nada por ayudarlos.

 

Ante las directas acusaciones, el sacerdote solo pudo afirmar que actúa como un mediador de la vida pero que no puede darse vasto para todos.

 

(LaIguana.TV)