Luego de afeitarse por años, de acudir a tratamientos de láser y luchar contra su inseguridad emocional, Gail dejó que su barba creciera de forma natural para aceptarse y mostrarse ante el mundo como es, informó Barcroft.
La mujer vive en Oregón, Estados Unidos y a sus 13 años empezó a notar que su vello facial crecía más de lo normal y en zonas donde las mujeres normalmente no lo tienen. Además de su cara, el pecho, la espalda y los brazos tenían crecimiento anormal del vello.
Por eso recurrió a las máquinas de afeitar para intentar esconder su condición médica.
A pesar de los esfuerzos, la barba crecía muy rápido y se hacía visible en poco tiempo. Por eso, empezó a sentirse cada vez más insegura, dejó de asistir a reuniones con amigos y se aisló de la sociedad por miedo a ser juzgada.
Luego de años de luchar contra la naturaleza de su cuerpo tomó la decisión de no afeitarse más. Según ella misma lo ha expresado al portal, ha sido lo mejor que ha hecho en su vida y ahora se siente más atractiva que nunca.
