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En pleno concierto que diera el cantante Romeo Santos, en República Dominicana, el artista ofreció algunos besos a una fan que subida en el escenario, no desaprovechó instantes para fraternizar con su ídolo. Lo que ha encendido a las redes sociales, tiene que ver con que la joven que besaba Santos tiene exceso de peso, lo que causó la irritación y desboque de los niveles de intolerancia de quienes siguen al cantautor.

 

“¿Wendy conoces el beso imprevisto?”, dijo Santos a la fan, poco antes de bajar del escenario Wendy y el cantante, se dieron de un beso que causó la irritación de las demás fans vía redes sociales.

 

Los insultos y vejaciones de una cruel fanaticada, no se hicieron esperar.                

 

“Tipo los cerdos y las vacas también tienen corazón amigo y no andar por ahí besando vacas y cerdos”, diría Adhaberto Medina en la red de Facebook.

 

“Lo cierto es que gorda y criticada pero disfruto de un beso de Romeo Santos aunque a muchos no les guste…”, dijo Linda Yostini.

 

La no tolerancia propiciada por la misma industria del espectáculo (de Misses por ejemplo), con sus niveles más o menos de belleza importada y de frasco, ha hecho que ese 14 de diciembre, una joven fuese expuesta al escarnio público, producto de un show instalado en su psiquis, como el de las más de 20 mil personas que se dieron cita en el estado Cibao en Santiago de Los Caballeros, República Dominicana.

 

¿La industria del espectáculo, la serpiente que se muerde la cola? Saque usted sus propias conclusiones.

 

(LaIguana.TV)

 

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