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Roberto Ramírez Machado, de 95 años,  comenzó  una nueva etapa de su vida, ayer, en el Instituto Nacional de Servicio Social (Inass) en Maracaibo, donde fue recluido, tras permanecer cuatro días refugiado en la planta baja de un edificio en El Varillal, donde lo dejaron sus hijos.

 

En el servicio de enfermería del geriátrico, en Milagro Norte, recibe los cuidados que necesita. Un equipo multidisciplinario está a cargo de su salud y lo monitorea las 24 horas para asegurarse de que su salud sea estable. 

 

El pasado miércoles fue trasladado desde el edificio Jabillo 3 hasta el Hospital General del Sur, donde le practicaron evaluaciones médicas que determinaron que padece  anemia moderada. Luego fue llevado hasta el Inass. 

 

Geriatras, gerontólogos y psicólogos le realizaron pruebas. “En los primeros exámenes detectamos que  padece síndrome orgánico cerebral (disminución de la función mental), osteoartrosis de una rodilla y  depresión”, manifestó una de las especialistas en enfermedades de la vejez.

 
La directora   del geriátrico, Alides García,  detalló: “El señor Roberto está recluido en el área de enfermería porque necesita cuidados  directos. A su llegada se le asignó  cama, lencería, ropa. Actualmente está ingiriendo alimentos muy bien, pero llora mucho por el estado depresivo, provocado por  los traumas vividos en su vejez, no es consciente de la realidad al 100%, no está orientado en tiempo, espacio y personas; no recuerda con facilidad, y no coordina  ciertos movimientos”.

 

Ante esta situación tiene prohibidas las visitas hasta tanto su condición de salud física y mental se equilibren. 

 

Al Inass decenas de personas han llegado para dar su aporte: almohadas, sábanas, medias, ropa, calzado, pijamas, artículos de higiene y comida.

 

Por ahora  requiere solución fisiológica Ringer Lactato —al 0.9— para mantenerlo hidratado, así como suplementos alimenticios como Ensure. 

 

García indicó que  la institución  está realizando una investigación social sobre el abuelo, ya que  su ingreso  al geriátrico fue irregular, pues entró con la ayuda de la primera dama del Zulia Margarita de Arias, la  Defensoría del Pueblo y la Fiscalía, porque Ramírez tiene familiares que no procedieron de la forma correcta.

 

Se espera que en los próximos días su condición emocional mejore para que pueda recibir la visita de los vecinos del ‘Jabillo 3’, que le dieron amor  y atención por cuatro días, y que están ansiosos de volver a verlo  y mimarlo.

 

(Panorama)