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Cientos de personas manifestaron este miércoles en la emblemática Puerta del Sol, para exigir el cese de la injerencia y el golpismo de Estados Unidos y de Europa, contra los gobiernos democráticos y progresistas de América Latina.

 

Bajo la consigna “No al golpismo imperialista en Latinoamérica” y ondeando banderas de sus países, transcurrió la marcha inédita en la que participaron bolivianos, peruanos, colombianos, ecuatorianos, hondureños, venezolanos, brasileños, cubanos, y españoles, todos activistas de las casi treinta organizaciones políticas, sociales y de solidaridad que convocaron esta actividad.

 

Pedro Barea, integrante de la Plataforma Bolivariana de Solidaridad con Venezuela en Madrid, señaló que “las grandes corporaciones del poder transnacional pretenden saquear las riquezas de los pueblos latinoamericanos que con la llegada de gobiernos socialistas han sido puestas al servicio de sus pueblos.

 

Desde España seguiremos denunciando la injerencia y el golpe en sus múltiples modalidades que día a día pretende el imperio estadounidense y europeo, contra los procesos de emancipación en la región”.

 

Por su parte Frank Pérez de la Secretaria de Solidaridad y Derechos Humanos del partido Izquierda Unida denunció que “el golpe parlamentario propinado a Dilma Rousseff y los planes violentos que activa la ultra derecha en Venezuela, aunado a la guerra económica sostenida por la burguesía parasitaria de ese país, son demostraciones del asedio imperial a la región latinoamericana, rica en reservas minerales y acuíferas que los hambreadores del mundo pretenden esquilmar para mantener su poderío bélico y el control sobre la humanidad”.

 

La marcha, que se inició en Atocha pasadas las 18 horas (hora local), culminó en Sol, donde fue leído el II Manifiesto Antigolpista para América Latina, documento que fue entregado en el acto al embajador venezolano Mario Isea Bohórquez quien lo recibió y también dio un mensaje de agradecimiento en el que destacó “el triunfo de la diplomacia bolivariana de paz que desarrolla la Cancillería venezolana, y el esfuerzo del presidente Nicolás Maduro y el Gobierno Bolivariano en distintos escenarios para garantizar la paz no solo de Venezuela sino de todo el continente”.

 

EL MANIFIESTO ANTIGOLPISTA PARA AMERICA LATINA

La ilegítima destitución de Dilma Rousseff, mediante una repugnante argucia legal merece la más firme condena. Constituye un verdadero golpe de Estado por más que se recubra con la presunta legitimidad de haberse perpetrado bajo el paraguas parlamentario. Se trata de una flagrante violación del derecho del pueblo brasileño a elegir democráticamente a sus gobernantes y la política concreta que estos vayan a ejercer.

 

Esta “cacicada” ha sido llevada a cabo por diputados, senadores corruptos en su mayoría, representantes y sujetos acaudalados estrechamente vinculados a intereses capitalistas.

 

La oligarquía es incapaz de soportar que los brasileños elijan a sus gobernantes de extracción e inclinación popular.

 

Es indudable el peso que han tenido los inmensos recursos naturales y económicos de Brasil y no se puede negar el interés que puede generar para los imperialistas apropiarse de ellos. Sin embargo es inevitable la certeza de que la mano estadounidense también esta detrás del golpe de Estado en Brasil; a través de su embajador como inspirador y promotor, experto como todos, en conflictos internos.

 

El golpe de Estado en Brasil no solamente ha derrocado a una presidenta elegida democráticamente por 54 millones de brasileños, también busca incriminar al expresidente Lula para imposibilitarle presentarse en las elecciones de 2018. Su principal objetivo es eliminar al Partido de los Trabajadores y anular los derechos sociales y democráticos arrancados por la clase obrera brasileña a la dictadura.

 

En un contexto de profunda crisis estructural, sin visos de solución, el capitalismo no puede permitir una América Latina unida, independiente de imposiciones imperialistas, dueña de sus propios recursos naturales y soberana para poner en práctica una política económica al servicio de sus propias mayorías, antes que del capital multinacional y las oligarquías locales.

 

Muchos países de América Latina y el Caribe vienen denunciando a los Estados Unidos porque están empeñados en una constante operación de retroceso de toda la zona a la condición de patio trasero. Para conseguir tan funesto propósito cuenta con la inestimable ayuda de los gobiernos capitalistas. Estos no quieren soberanía para los países sometidos y no tendrán escrúpulos de ningún tipo para impedirla, como ya han demostrado en anteriores ocasiones. Para ellos la democracia no es más que un instrumento para asegurar sus intereses de clase. Para los pueblos de América Latina y el Caribe la democracia representa luchar contra la oligarquía.

 

Brasil, por su peso específico, es la puerta de entrada a todo el continente latinoamericano. Por eso el pueblo venezolano tiene claro que lo siguiente será hundir la Revolución Bolivariana, que es el buque insignia del proceso revolucionario y progresista emprendido en 1998 con el triunfo electoral de Hugo Rafael Chávez Frías en Venezuela.

 

Los recursos naturales de Venezuela son el sueño de cualquier depredador capitalista, con las multinacionales yanquis a la cabeza. Pero más importante aún es la República Bolivariana como ejemplo de lucha contra el capitalismo caníbal llamado neoliberalismo, impuesto en todos los países del mundo. Su política de solidaridad con las grandes mayorías de su país y su estrecha fraternidad internacionalista con los pueblos hermanos de América Latina es intolerable para los capitalistas, que necesitan de un entorno de rapiña permanente, como los seres vivos del oxígeno.

 

No es casualidad que se hayan redoblado los esfuerzos por derrocar el proceso revolucionario venezolano desde la muerte de Hugo Chávez; más aún desde las elecciones de diciembre de 2015 que le dieron un accidental aunque rotundo triunfo a la oposición oligárquica del país.

 

Los imperialistas creen que el momento de involución ha llegado.

 

Para ello cuentan con la complicidad sin reservas de las multinacionales de la información. Estas difunden mentiras permanentes contra la Revolución Bolivariana, mientras que ocultan el carácter golpista de la destitución de la Presidenta brasileña, como ya hicieran con el derrocamiento de otros gobernantes progresistas mediante procedimientos similares.

 

Se aprestan a dar el golpe de gracia al proceso revolucionario, abriendo con ello de par en par las puertas para una regresión histórica en todo el continente latinoamericano.

 

Ni que decir tiene que el pueblo bolivariano luchará con todas sus fuerzas para impedirlo. En esa lucha nos tendrá a su lado a toda la solidaridad internacionalista, haciendo un llamamiento a todos los pueblos del mundo a cerrar filas con nuestros hermanos bolivarianos y latinoamericanos. Porque el futuro de la Revolución en América Latina es el futuro de toda la humanidad.

 

Madrid 15 de Junio de 2016

 

Asociación de Amistad HispanoCubana Julio Antonio Mella, Asociación de Cultura Popular Estrella Roja, Asociación Nuevo Perú, Ateneo Popular de Solidaridad con los Pueblos, Batallón Hugo Chávez Somos Todos (Venezuela),Bloque Nacionalista Galego-Madrid, Chispa Socialista (República Dominicana), Colectivo 26 de Julio, Colectivos de Jóvenes Comunistas, Coordinadora Estatal de Solidaridad con Cuba de Madrid, Foro Contra la Guerra, Gallo Rojo, Iniciativa Comunista, Izquierda Castellana, Izquierda Unida, Izquierda Unida Madrid, Movimiento al Socialismo (Bolivia), Partido dos Trabalhadores-Brasil, Plataforma Bolivariana de Solidaridad con Venezuela, Plataforma Global Contra la Guerra, Plataforma de Solidaridad con Colombia, Partido Comunista de España (M-L), Partido Comunista de Madrid, Partido Comunista de los Pueblos de España, Partido Obrero Socialista Internacionalista, Red Roja, Unión de Juventudes Comunistas de España.

 

(CO)