El pueblo peruano clama por iniciar un proceso constituyente que le permita demoler un Estado podrido hasta los cimientos y comenzar a edificar una nueva institucionalidad, afirmó Leonel Falcón Guerra, directivo de Sindicato Unitario de Trabajadores de la Prensa y Comunicación Social del Perú (Sutpecos).

 

Falcón Guerra conversó en exclusiva con LaIguana.TV en torno al más reciente coletazo de la crisis política que sufre la nación inca, el cual arrasó prácticamente con la cúpula del Poder Judicial.

 

-¿Qué significa este nuevo episodio, luego de la caída del presidente Pedro Pablo Kuczynski?

 

-Vivimos una situación  dramática y complicada. La corrupción ha tocado todas las estructuras del Gobierno y del Estado. Es una crisis generalizada de la que no se escapa la Policía Nacional, las Fuerzas Armadas, los partidos políticos, el Consejo Nacional de la Judicatura (órgano que nombra a los jueces), el Tribunal Constitucional, el Congreso y ni hablar del Ejecutivo, donde varios ministros siguen siendo cuestionados por diversas causas.

 

Falcón Guerra señaló que el movimiento popular peruano todavía es débil, pues ha recibido muchos golpes en la historia reciente. Recordó, por ejemplo, que casi toda la dirigencia sindical fue descabezada a finales de los años 70 por la dictadura del general Francisco Morales Bermúdez. A su juicio, este panorama podría estar cambiando, tal como se demostró el pasado 19 de julio, con una jornada nacional de lucha que se convocó para presionar al nuevo presidente, Martín Vizcarra (el sustituto de Kuczynski) para que realice algunos cambios. “Esa marcha fue tan contundente y multitudinaria que obligó al propio Vizcarra, desde una posición oportunista, a brindarle apoyo. Está claro que la calle se está calentando y que la salida será por el lado del pueblo”, expresó.

 

-¿Una Asamblea Nacional Constituyente podría ser una salida para el Perú?

 

-Sí. Entre los grupos opositores hay unidad de criterio en que Vizcarra es un títere de las fuerzas más retrógradas, fruto de una alianza oscura de PPK con el fujimorismo. La demanda nacional, el grito estentóreo siempre ha sido el adelanto de elecciones y la convocatoria de una Asamblea Constituyente para darnos una nueva Constitución que sustituya a la que se estableció en 1993 mediante un referendo mafioso y doloso que implementaron Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos. Este es un clamor nacional a pesar de que los partidos opositores están saliendo apenas de un letargo en el que estaban sumidos, algunos por propia iniciativa y otros porque no encuentran espacios para la lucha.

 

El dedo en la llaga

 

El entrevistado quiso expresar gráficamente la magnitud de la crisis peruana. Para ello recurrió a palabras de Manuel González Prada, un pensador anarquista de su país. “Él decía que en el Perú, donde se pone el dedo sobre la llaga, salta el pus. Eso, que lo dijo a principios del siglo pasado, muestra la realidad actual de un país que no ha cambiado en nada, que cambió moco por baba, que ha elegido sucesivamente a presidentes que han desprestigiado al sistema democrático y han abandonado al pueblo”.

 

Acotó que los últimos cinco presidentes de Perú están o han estado presos por corrupción y otros delitos, desde Fujimori hasta Kuczynski, pasando por Alan García, Alejandro Toledo y Ollanta Humala.

 

Falcón Guerra destacó el hecho de que ante tan profundo colapso institucional, los organismos internacionales no asumen ninguna acción. “Sintomáticamente, la OEA no dice nada, (Luis) Almagro no dice nada, nadie pide la aplicación de la Carta Democrática, mientras en otros países en los que aparentemente existen problemas, o ellos mismos los crean, allí sí quieren aplicarla”, señaló.

 

La izquierda fragmentada

 

-¿Hay alguna persona, alguna individualidad capaz de asumir el liderazgo de la izquierda en el Perú, con miras a esas posibles elecciones adelantadas que se están reclamando?

 

-Hay procesos unitarios que se vienen dando, pero no están consolidados. El problema de los movimientos populares en Perú, igual que en gran parte de América Latina, es la división, la segmentación, el caudillismo y las poses de quienes dicen representar al pueblo, pero solo quiere hacerlo de manera unilateral, sin responder a las expectativas de los de abajo.

 

Entre los líderes alternativos mencionó a Gregorio Santos, Antauro Humala (hermano de Ollanta), Verónica Mendoza, Vladimir Cerrón y los dirigentes de la coalición Juntos por el Perú, de la que forman parte las dos facciones del Partido Comunista Peruano, dividido hace muchos años por divergencias entre prosoviéticos y prochinos.

 

Falcón Guerra ironizó en torno a Antauro Humala, quien actualmente también está privado de libertad, pero se encuentra a punto de salir de la cárcel y ha montado su plataforma electoral sobre la promesa de muerte a los corruptos. “La gente dice que debe comenzar por fusilar  a su hermano”, comentó.

 

También expuso sus dudas respecto a Verónica Mendoza, porque aparece internacionalmente como la líder de la izquierda peruana, pero cuando se le pide un pronunciamiento sobre las situaciones como las de Venezuela o Nicaragua, hace mutis. “Mientras tanto aparece al lado de (Gustavo) Petro en Colombia, para darse un baño de popularidad”. Añadió que existen indicios de que la USAID (la fachada de la CIA que actualmente impulsa las revueltas en Nicaragua) financia organizaciones cercanas a Mendoza. “No hay que olvidar que ella trabajó con la pareja presidencial de Ollanta Humala y Nadine Heredia y fue secretaria de relaciones internacionales del Partido Nacionalista. Luego se pelearon entre ellos y asumió una posición radical contra la corrupción, pero también tiene un expediente abierto sobre un dinero utilizado para la campaña electoral”.

 

-¿Entonces no hay una propuesta clara en estos momentos?

 

-Si no nos unimos todos los que pensamos que es necesario cambiar radicalmente este país, se lo estamos poniendo en bandeja de plata o de oro a las fuerzas conservadoras para que lo sigan gobernando indefinidamente. Falta madurez política expresada en el día a día. Lo digo porque los izquierdistas peruanos somos utraunitarios cuando estamos fuera del Perú, cuando asistimos a foros internacionales, pero cuando venimos a nuestra tierra hacemos lo contrario. Los sectores populares siempre nos reclaman esa falta de confianza, de unidad, que es la única forma de generar un gran movimiento, una gran organización política con perspectivas de ganar el Gobierno.

 

Precisó que en la nación suramericana se han cerrado traumáticamente las opciones no electorales de acceder al Gobierno, con la derrota de fuerzas guerrilleras como el maoísta Sendero Luminoso y el guevarista Movimiento Revolucionario Tupac Amaru. “En el Perú de hoy está a la orden del día la revolución, pero democrática, en las ánforas (urnas electorales), al estilo de otros países latinoamericanos como Nicaragua, Venezuela, Uruguay o Bolivia. Queremos conquistar espacios para consolidar un proyecto nacional y de integración latinoamericana”.

 

El abogado y periodista natural de Ica (al centro sur del Perú) recordó que la izquierda peruana estuvo cerca de conquistar el poder por vía de los votos en los años 80, de la mano del exalcalde de Lima Alfonso Barrantes Lingán, “el Tío Frejolito”. En ese tiempo, un tercio de la población le dio su respaldo al movimiento progresista, pero luego de esa buena etapa, se desarticuló la alianza. “Ahora, en medio de esta terrible crisis institucional, es el momento de retomar esas banderas”, puntualizó Falcón Guerra.

 

(Clodovaldo Hernández / LaIguana.TV)