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Matt y Melissa Graves, padres del pequeño de dos años que murió ahogado luego de ser atacado por un caimán en el resort Disney del Grand Floridian Resort and Spa en Lake Buena Vista (Florida) el pasado martes, expresaron su agradecimiento por las muestras de solidaridad y las oraciones recibidas respecto al suceso y pidieron privacidad para condolerse por su pérdida.

 

El cuerpo de Lane Graves, hijo menor del matrimonio, fue encontrado con algunas heridas y completo el día miércoles. La autopsia determinó muerte por ahogamiento y heridas traumáticas.

 

George A. Kalogridis, presidente de Walt Disney World, firmó un comunicado emitido por la empresa en el cual, tanto él como su equipo, se manifestaban “devastados y con el corazón roto” tras el trágico accidente y aseguraba que estaban haciendo todo lo posible para ayudar a la familia en este tiempo difícil.

 

El caso Graves causó revuelo en la opinión pública americana: algunos acusaron a los padres de haberse conducido irresponsablemente al caminar con sus hijos de noche por el lago artificial en el que se prohíbe expresamente nadar y otros cuestionaron las medidas de seguridad del parque, que podría enfrentar una demanda millonaria si se comprueba que este “tenía conocimiento real de una condición peligrosa en sus locales”, según expresó un abogado experto en demandas de Orlando.

 

(LaIguana.TV)