Nuevamente el joven director de orquestas Gustavo Dudamel debe enfrentar la intolerancia de los opositores extremistas que no le aceptan su postura reservada y mucho menos su optimismo por Venezuela.

Dudamel, quien deja bien alto el nombre de nuestro país en el exterior, debe aguantar los embates de los mismos venezolanos derechistas que con aires fascistas no le aceptan medias tintas, pues como director de orquestas, la “aristocracia cultural”, le exige oponerse abiertamente al gobierno venezolano y a toda política incluyente, mucho más cuando mediáticamente tiene tanto renombre a nivel mundial.

Ahora resulta que por componer en su totalidad el soundtrak de la película Libertador de Alberto Arvelo, con la participación de la Orquesta Simón Bolívar y los niños cantores de Venezuela la oposición radical venezolana le cae encima a Dudamel y lo linchan mediáticamente, insultándolo y ofendiéndolo, de parte de personas que se hacen llamar “cultas”.

Sin embargo, Dudamel, quien es también director de la orquesta Filarmónica de Los Ángeles, explicó en una entrevista con Efe, los detalle de su debut cinematográfico en el que confiesa que antes ya había tenido otras propuestas pero no se había animado. No obstante, en esta oportunidad sí se vio motivado.

“Tuve propuestas antes. Esto, simplemente, llegó. No fue algo que buscase. Yo soy director. La gente, en cierto modo, entiende que también puedes ser compositor. Pero yo a todos les digo que dirijo, no compongo. De niño sí lo hice. Escribía muchas cosas. Algunas interesantes, otras muy malas. Era una práctica”, explicó el barquisimetano.

Gustavo recuerda que tiene una gran conexión con Arvelo a quien llama “Beto”, ya que trabajaron en el documental “Dudamel, el sonido de los niños”, y el cineasta por su parte ya había hecho la película “Tocar y Luchar”, relacionada con el Sistema de Orquestas.

“No hubo una razón profesional para hacerlo. Beto pasó años investigando sobre la vida de Bolívar, así que intercambiamos muchas ideas. Recuerdo que mi esposa estaba embarazada, nació mi hijo y cancelé muchas cosas. Estando en mi casa, me puse al piano con el guión de la película y comencé a escribir. La imagen que tuve fue todo lo que necesité», declaró.

Culminando la entrevista, Dudamel recordó la importancia que recobró para él la grabación de la banda sonora de esta película, cuando afirmó: “Estábamos sumergidos en Bolívar. Todos nos sentíamos un poco Bolívar durante la grabación. Por eso la película tiene ese toque especial. Fue hecha con tanta convicción que eso se siente. Fue un huracán apasionado”.

Las sentidas palabras de Dudamel fueron, como era de esperarse, desestimadas por los extremistas opositores, que con el mejor de sus estilos fascistas y pesimistas, echan por la borda cualquier esfuerzo positivo que deje bien parado al país, ya que defienden la matriz de opinión de que en Venezuela nada sirve por culpa del gobierno.

(LaIguana.TV)