Productos de las marcas distribuidas por los Clap como leche, aceite y mantequilla son comercializados por bachaqueros de Petare. Para el pasado 15 de junio, artículos de las de empresas estatales Casa (aceite, mantequilla) y Los Andes (leche) comenzaron a ser vendidos por más bachaqueros de la zona luego de que se iniciaran los operativos para la entrega de las bolsas de comida asignadas por los comités.

 

De los 42 productos regulados por la Superintendencia Nacional de Precios Justos (Sundde) que presentan grandes dificultades para ser adquiridos por los venezolanos, al menos 36 pueden encontrarse a la venta de manera ilegal en Petare, detalla la Cesta Petare al 15 de junio.

 

El Jefe del Distrito Capital, Daniel Aponte, denunció en días pasados que se fraguaba “una matriz de opinión contra los Consejos locales de Abastecimiento Popular (Clap)” y aseguró que los bachaqueros opuestos a este mecanismo eran los causantes de las protestas en Caracas. Sin embargo, durante el recorrido realizado por el equipo web de Hinterlaces.com se pudo constatar que artículos expedidos por el Sistema de Abastecimiento Casa por Casa son vendidos por los comerciantes ilegales de la zona hasta 72 veces por encima del precio establecido por la Superintendencia de Precios Justos (Sundde).

 

Operatividad del bachaqueo

Vendedores informales con mercancías exhibidas en bolsos, pequeñas bolsas plásticas o sobre el suelo gritan incesantemente:  “Cambio, cambio; compro, compro” a lo largo de todo el Mercado. 

 

Los bachaqueros buscan atraer a quienes hayan adquirido algún producto en la zona -o en cualquier otra parte-, con la finalidad comprar la mercancía que tienen en sus manos para luego revenderla a un precio mucho mayor (doble reventa).

 

Los comerciantes informales también realizan trueques con los ciudadanos comunes que buscan adquirir productos escasos a cambio de otros artículos.

 

Productos que volvieron a aparecer

Harina de maíz precocida, leche, aceite y mantequilla (todos de la canasta básica) son principalmente los productos que han vuelto aparecer entre los bachaqueros petareños en diferentes presentaciones y marcas; situación visiblemente distinta con el panorama ofrecido en la zona el mes pasado. El artículo que presenta mayor dificultad para ser adquirido continúa siendo la azúcar en cualquiera de sus modalidades (detallada y empaquetada por la industria).

 

Al consultar con los vendedores la respuesta unánime fue “no hay, no se consigue”. El único puesto de la zona que tenía a la venta azúcar la vendía a Bs 2.800 el kilo, aunque su precio justo está fijado en Bs 26,57.

 

La mayoría de los productos alimenticios y de higiene personal, ajustados en mayo por la Sundee, al 15 de junio subieron de precio en el mercado especulativo, y se encontraron con mayor frecuencia entre los vendedores. Incluso aparecieron unos que nunca habían sido encontrados entre los vendedores como es el caso de la leche líquida pasteurizada de un litro. A continuación un comparativo de costos entre el precio justo aprobado por el organismo y el ofrecido por los comerciante informales:

 

“¡Agua, agua!”

Amparados en la Ordenanza del Ejercicio del Comercio Informal, la ciudadnaía preveía que organismos como la Alcaldía del Municipio Sucre, la Superintendencia de Precios Justo y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) ejecutarían un desalojo a los bachaqueros de la Redoma de Petare; sin embargo, la situación de reventa persiste y se multiplica.

 

Durante el último recorrido se pudo constatar que la reventa exhibida en tarantines y de forma ambulante continúa siendo el paisaje cotidiano de las adyacencias de Petare. Sin embargo, se observó la presencia de PoliSucre realizando rondas y requisas a ciudadanos de la localidad que expendían mercancías. Ante la presencia de los efectivos, los vendedores se apresuraban a gritar “¡agua, agua!” a modo de alerta entre sus compañeros, mientras escondían en bolsas negras sus mercancías. Sin embargo, luego de que las autoridades culminaron su recorrido y se retiraron de la zona, los vendedores volvieron a su puestos a seguir comercializando su mercancía.

 

“No chamo no tengo bolsas, se me cayeron cuando la policía me estaba persiguiendo”, relató un vendedor de la zona que aseguró que los asedios por los cuerpos de seguridad locales se han incrementado en los últimos días.

 

William Contreras, superintendente de Precios Justos, declaró recientemente que luego de una reunión en Defensoría del Pueblo se determinó que “quienes incurran en el delito de reventa de productos de la cesta básica ” pagarán 5 años de cárcel y multas hasta por 1,7 millones de bolívares.

 

(Hinterlaces)

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