cuadro-sdfsdf.gif

La delincuencia organizada, o más bien, una banda   criminal paramilitarizada  como son catalogadas ahora, está detrás de la muerte de una dirigente psuvista en Caracas. 

 

El asesinato ocurrió la noche del lunes 27 de junio y es rechazado, ampliamente, por representantes del oficialismo.

 

La víctima es Elizabeth Aguilera, jefa de las Unidades de Batalla Bolívar-Chávez-Escuela Sucre (Ubch). 

 

A la mujer, de 43 años, la ‘cazaron’. Un grupo de delincuentes, se dijo primero,  salió a su paso cuando iba a su casa  del barrio San Miguel, avenida Guzmán Blanco de la Cota 905, municipio Libertador del Distrito Capital.

 

En la tarde, la Fiscalía informó que Aguilera — quien fungía como delegada de las personas de la tercera edad de la escuela Sucre, ubicada en la parroquia Santa Rosalía— se encontraba en su residencia cuando varias personas armadas le pidieron que saliera.

 

Los criminales atacaron a tiros a la mujer y luego quemaron el cuerpo. No conformes con eso, trascendió, estuvieron horas evitando que alguien se acercara a la escena del crimen.

 

Uno de los primeros en rechazar el homicidio  fue Freddy Bernal, dirigente del Psuv, quien pidió poner  “mano dura contra el paramilitarismo”.

 

En otro tuit, dijo: “Mujer revolucionaria que trabajó día a día por su patria y que su único pecado fue creer en una sociedad de iguales  (…) Ya basta de asesinatos selectivos, mano dura contra el paramilitarismo inoculado desde Colombia. Alerta quieren destruir la Paz de Venezuela”.

 

Otra voz en sumarse al repudio fue la del  jefe del Gobierno del Distrito Capital, Daniel Aponte. Aseguró que se hará justicia e indicó que “la militancia revolucionaria le dará el último adiós”.

 

Una versión, no confirmada, surgió ayer, se daba cuenta de que la mujer había, presuntamente, denunciado la presencia de un delincuente enconchado en una casa. Esto habría provocado la reacción de la banda.  

 

Para el diputado Carlos Sierra, es  fundamental erradicar el paramilitarismo para mantener la paz. Opina  que  se debe actuar con mayor fuerza para quitarle terreno a esta práctica delictiva.

 

La ministra de Agricultura Urbana, Lorena Freitez,   exigió justicia y señaló: “El terror no se apoderará de las mujeres venezolanas”. La peligrosidad de la Cota 905 es alarmante.  Uno de sus principales azotes cayó abatido el 27 de mayo. La banda de   “Lucifer” (Oswaldo Oropeza) había establecido  ‘alianzas’ criminales con la del extinto  “El Picure”.

 

El pasado 10 de mayo, la OLP fue relanzada por instrucción del presidente Nicolás Maduro. Las operaciones se centraron, entre otras zonas, en El Valle, Coche, El Cementerio y la Cota 905. En esa Cota  se activó, por vez primera,  la OLP en julio del 2015.

 

(Panorama)

A.gif