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La noche en que John Lennon recibió un disparo del fanático Mark David Chapman, el conserje Jay Hastings lo ayudó y desde ese día atesoró la camisa manchada de sangre que el cantante llevaba puesta.

 

La camisa fue subastada el pasado sábado por 41.000 dólares. “Jay Hastings mantuvo esa camisa durante todos estos años y nunca habló de ello. Ahora sintió que es el mejor momento para venderla”, dijo Garry Shrum, de Heritage Auctions.

 

Algunos pensaron que era demasiado macabro vender esta camisa y que se trata de un acto que busca conseguir ganancias con la muerte de Lennon. Sin embargo, los que apoyaron la iniciativa de subastarla consideran que esta pieza hace parte de la historia de la música.

 

“Él no está explotando la muerte de John Lennon. Es una prenda que cuenta la historia del día de la muerte del artista y retrata los últimos minutos de su vida”, explicó Shrum.

 

El 8 de diciembre de 1980, Lennon y su esposa, Yoko Ono, estaban en una sesión de fotos para la revista Rolling Stone, y una entrevista de radio en el edificio Dakota. El asesino Chapman había estado merodeando fuera del lugar durante todo el día. A las 10:50 p.m. el fanático le disparó cinco veces, cuando el cantante se dirigía a su limosina.

 

“Me dispararon”, dijo Lennon antes de derrumbarse. Hastings corrió a ayudarlo y le cubrió el pecho con su chaqueta antes de llamar a la Policía. El intérprete de Imagine fue llevado al Hospital Roosevelt, donde falleció.

 

Otros artículos que se han vendido son una tarjeta de acción de gracias de 1978 firmada por la pareja y su hijo, Sean; una copia del álbum Double Fantasy autografiado, y una carta escrita a máquina de Yoko dos semanas después de la muerte de su marido, que agradecen empleados deDakota por su apoyo.

 

A Chapman le han negado la libertad condicional ocho veces desde cuando fue condenado a 20 años de prisión.

 

(Agencias)