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Tener un vientre inflamado no siempre es sinónimo de acumulación de grasas en esta área del cuerpo. Si bien la grasa localizada puede ser una de las causas, la mayoría de mujeres que sufren de vientre inflamado tienen otras razones para tener este problema.

 

Seguramente has notado que en las mañanas tu vientre luce plano y tu figura está como tanto lo deseas; sin embargo, con el paso de las horas, vas notando cómo tu vientre se inflama a tal punto que la ropa te puede quedar más ajustada de lo normal. ¿Sabes cuál es el problema?

  
Es posible que en tu tracto digestivo haya exceso de aire atrapado como consecuencia de los malos hábitos alimenticios y el consumo de ciertos alimentos que pueden causar intolerancias e irritaciones. Para combatir la molesta inflamación en el vientre es muy importante detectar estos hábitos y hacer todo lo posible para dejarlos.

 

Intolerancias alimenticias

Las intolerancias alimenticias no deben pasar desapercibidas porque, además de inflamar el vientre, también podría causar otros problemas de salud. Si crees que eres inmune a las alergias alimentarias, más te vale pensarlo dos veces, especialmente cuando notes que tu vientre se ha inflamado. Por ejemplo, las personas que sufren de intolerancia al trigo no pueden digerir el gluten y, como consecuencia, tienen problemas digestivos que incluyen la expansión e inflamación del vientre. Algo muy similar ocurre con las personas que sufren de intolerancia a la lactosa.

 

¿La solución? Visitar al médico especialista y solicitar una prueba de sensibilidad a los alimentos. Si resulta positiva, es importante modificar la dieta y evitar estos alimentos.

 

Alimentos procesados

 
Los alimentos procesados son ricos en sodio y otras sustancias que no le aportan ningún beneficio a tu vientre. El sodio es una de las principales causas deretención de líquidos en el cuerpo, que es otra de las razones por las que se inflama el vientre. Esto también afecta a aquellos alimentos que están disfrazados con sellos “saludables”, como por ejemplo “Light” o “Zero”: en realidad estos alimentos siguen conteniendo sodio y otros compuestos, pero en menos cantidades.

 

¿La solución? Optar por los alimentos naturales y hechos en casa. Consumir más frutas, verduras y cereales integrales, que son mucho más bajos en sodio o simplemente libres.

 

Comer demasiado rápido

Es muy importante comer con moderación y masticar bien los alimentos, ya que las prisas pueden hacer que traguemos aire sin darnos cuenta, lo que también causa inflamación en el vientre. Muchas personas no dedican el tiempo suficiente a comer de forma saludable y esto hace que sus vientres luzcan inflamados todo el tiempo.

 

¿La solución? Es muy importante masticar bien los alimentos y comer despacio para tener una mejor digestión y evitar acumulación de aire en el vientre.

 

Consumir demasiadas bebidas con gas

 

Las bebidas gaseosas y refrescos nos pueden refrescar y satisfacer cuando tenemos sed. Sin embargo, no es la mejor opción para nuestro cuerpo, ya que no hacen ningún aporte nutricional y contienen sustancias que inflaman el vientre y causan varios problemas digestivos. Ese gas que provoca esa sensación burbujeante es el responsable de la inflamación instantánea en el vientre. Además, las sustancias edulcorantes artificiales también influyen en la hinchazón abdominal.

 
¿La solución? Evita el consumo de bebidas gaseosas y opta por consumir más agua y zumos naturales.

 

Comer antes de acostarse

El gran error de muchas personas es no saber comer antes de acostarse. La cena es una comida principal que se debe ingerir, por lo menos, con dos o tres horas de anticipación antes de ir a la cama, y debe ser algo ligero y fácil de digerir. Comer antes de ir a dormir es una costumbre que puede causar pesadez en el cuerpo e inflamación en el organismo. Este hábito es un obstáculo para la buena digestión y puede provocar problemas como el estreñimiento.

 

¿La solución? Comer unas 3 horas antes de ir a dormir, sobre todo alimentos ligeros y, en caso de no tener más opción, tomar solamente una porción de fruta o yogur. Recuerda que la comida más importante del día es el desayuno. Por lo tanto, desayuna bien y cena ligero para tener una mejor digestión.

 

¡Recuerda!

Si quieres lograr un vientre plano, es muy importante que modifiques este tipo de hábitos, si los tienes. También debes mejorar tu dieta, realizar más actividad física e incrementar el consumo de agua. Un estilo de vida más saludable no solo te ayudará a tener un vientre más plano, sino que mejorará toda tu figura y especialmente tu salud.

 

(mejorconsalud.com)