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Los vecinos de Amanda Warfel no aguantaban más. Esta joven de Pennsylvania (Estados Unidos) de 25 años tenía harto al vecindario debido a sus ruidosas sesiones de sexo.

 

Tanya Saylor, una de las vecinas, llegó incluso a ponerle cascos a sus hijos para que no tuvieran que escuchar los gemidos y gritos de la vecina. Hasta que decidieron denunciarla.

 

Un juez del condado de York ha condenado a Warfel a una pena de cárcel de entre 45 y 90 días, informa The Inpendent. La chica, por lo menos, ya ha pedido disculpas.

 

(20minutos.es)

 

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