La política injerencista de los Estados Unidos hacia los demás países del tercer mundo no funciona por sí misma, históricamente se ha valido de aliados y sobre todo de su articulación con organizaciones internacionales, que bajo una fachada humanitaria, avalan sus invasiones y masacres en el mundo.
Una de esas instituciones fachada es Human Rights Watch (HRW), un grupo estadounidense que declara ser una organización no gubernamental (ONG) dedicada a la “defensa” de los derechos humanos, pero que en realidad es un instrumento del imperialismo gringo, financiado por fundaciones cuasi privadas vinculadas al gobierno yanqui y por una organización de propaganda política pagada por el Congreso de ese país, la National Endowment for Democracy (Dotación Nacional para la Democracia).

De este modo, con el descaro más atroz, el director para las Américas de la HRW, José Miguel Vivanco, se atrevió a expresar que espera que Venezuela sea evaluada por el comité de derechos humanos de las Naciones Unidas, sobre el cumplimiento de las obligaciones que le impone el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos por la supuesta “represión” a los opositores en los últimos meses, a través de la presentación de un informe.

“Especialmente en los últimos meses, Venezuela tiene una conducta deplorable en el ámbito de la protección y el respeto a los derechos fundamentales de los ciudadanos”, mintió Vivanco al tiempo que reiteró sus denuncias sobre una supuesta “falta de independencia del Poder Judicial, la discriminación por razones políticas y las violaciones a la libertad de expresión”.

Las declaraciones de este lacayo del imperialismo norteamericano indignan porque son mentiras y por su silencio cómplice ante la masacre y flagrante violación de derechos humanos que actualmente perpetra el Estado forajido de Israel (aliado de EEUU), contra niños, mujeres y ancianos palestinos, en la Franja de Gaza y esta institución, que dice defender estos derechos, no emite ni un solo comunicado ni dice nada, totalmente indiferente ante el dolor y la muerte.

Sin embargo, Vivanco continúa con el caradurismo de hablar de la conducta “represiva” del estado venezolano, cuando se cometen crímenes de lesa humanidad evidentes con cientos de pruebas, fotos, videos y denuncias de reporteros de guerra que se encuentra presenciando las atrocidades de Israel, contra un pueblo débil militarmente como el palestino.

(LaIguana.TV)