William Izarra es militar retirado, dirigente político y profesor universitario especializado en temas de estrategia y geopolítica. Hace algunos días se atrevió a advertir que una agresión armada contra Venezuela podía producirse en cualquier momento entre el 3 y el 12 de septiembre. Ahora ha decidido ampliar ese lapso de peligro por los siguientes tres meses. A su juicio, la acción del gobierno venezolano de cooperar para el regreso al país de personas que habían emigrado, la campaña denominada “Vuelta a la Patria”, ha tenido un efecto disuasivo temporal que podría haber aplazado el denominado día D y la hora H.

 

LaIguana.TV conversó con Izarra (Maracay, 1947), acerca de este tema:

 

-¿Insiste usted en su pronóstico de la inminente agresión armada externa este mes?

 

-Antes que nada, debo precisar algo que se debe considerar en cualquier análisis que se haga acerca del escenario político venezolano en los actuales momentos: se trata de los cambios que se dan de manera acelerada, debido a la generación de iniciativas que promueven los actores de la escena. Por ejemplo, la operación que inició el gobierno nacional denominada “Vuelta a la Patria” introduce en la coyuntura consecuencias que neutralizan o afectan las gestiones de Estados Unidos, por vía de la Organización de Estados Americanos o el Grupo de Lima, para estimular factores que aceleren la intervención militar debido a la “migración venezolana” como causa que atenta contra la seguridad regional. “Vuelta a la Patria”, como táctica, altera la determinación del Día D y la Hora H. La diplomacia y las tácticas empleadas por el gobierno nacional han alejado (por horas o días) la inmediatez de la agresión. Hechos que han incidido en la toma de decisiones de algunos gobiernos hostiles (por ejemplo el Presidente de Colombia), que han comenzado a dudar sobre la conveniencia de la agresión militar contra Venezuela. En lo personal, asomé la posibilidad del Día “D” y Hora “H” antes del 12 de septiembre. Hoy, hago reparo a ese pronóstico y considero que sin desaparecer la factibilidad de la invasión, asumo el lapso manifestado por el vocero del gobierno que lo extiende a tres meses más.

 

Izarra señala que en el escenario político hay dos actores: la Revolución y Estados Unidos con sus aliados contrarrevolucionarios. Explica que lo que el actor EEUU anuncia como plan no significa que sea ya un acto, sino algo potencial o posible, cuya concreción o no depende a su vez de las acciones que tome el actor Revolución. Una opción es que, como ocurrió en este caso, responda o genere iniciativas que repelan, neutralicen o anulen las acciones del actor Estados Unidos.

 

 -¿Aparte de las declaraciones de algunos voceros, qué otros elementos apoyan la hipótesis de una inminente agresión militar contra Venezuela?

 

-Considero que hay cuatro elementos que pudiesen ser considerados como primordiales para sostener la hipótesis de agresión contra Venezuela: En primer lugar, uno que funciona como antecedente. Se trata del Plan Colombia (2000-2005), que recoge la síntesis de una nueva estrategia política, militar y económica de Estados Unidos hacia todo el continente americano, y particularmente, empleando la justificación del control de la droga en Colombia, envolver geopolíticamente a Venezuela a los fines de impedir el resurgimiento del socialismo en el continente territorial. Un segundo elemento es el decreto Obama que declara a Venezuela una amenaza extraordinaria e inusual para EEUU, ratificado por Donald Trump, el cual constituye un instrumento coercitivo que permite y facilita el uso de la fuerza militar contra Venezuela. El tercer indicio son los planes del Comando Sur condensados en “El Golpe Maestro (Masterstroke): Plan para acabar con la dictadura de Venezuela”. Considera este plan que: “EEUU se encuentra en el momento oportuno para probar con acciones concretas que está dispuesto a derrocar a la dictadura venezolana”. En cuarto término, tenemos la esencia ideológica de los gobiernos de la derecha mundial, los cuales niegan la existencia de un modelo político en construcción, basado en un nuevo modo de vida, que pueda estimular la conciencia colectiva de los movimientos sociales del mundo para oponerse al capitalismo.  

 

-¿Además de Colombia, qué otras naciones participarían en una acción armada?

 

-Empleando la información de los análisis publicados en diferentes  medios, estimo que la fuerza multinacional establecida en los Planes del Comando Sur, además de Colombia, participarían los mayordomos de Washington, llamados así por la periodista Stella Calloni: Argentina y Brasil. Se sumaría Guyana, aportando su espacio territorial a fin de servir de bisagra para constituir la tenaza geopolítica envolvente contra de Venezuela; y Perú y Chile que darían su apoyo político.

 

-¿Rusia y China pueden cumplir algún rol disuasivo o justamente la intención de EEUU es desafiarlos?

 

-Rusia y China tienen intereses económicos en Venezuela, pero también los tienen con EEUU. Aunque existen alianzas estratégicas con ambos países y el poder militar de Venezuela descasa en los sistemas de armas y tecnología rusa y china, ambos países pueden ser un factor disuasivo limitado; es decir, llegar a disuadir hasta que se ejecute el Día D y la Hora H. Sus intereses capitalistas con EEUU les harán mantenerse a nivel diplomático y no involucrarse militarmente. Creo que a lo más que se acercarían es al suministro de inteligencia y seguir aportando logística a sus sistemas de armas.

 

Fortalecimiento militar

 

Izarra, quien alcanzó el grado de teniente coronel de la Aviación, estima que dada la situación plantada, es procedente el fortalecimiento militar de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en dos planos: el interno, con el reforzamiento del binomio cívico-militar al concretar lo que se anunció públicamente de incorporar a un millón de milicianos bajo el programa de cada miliciano un fusil; y el externo, creando las Brigadas Latinoamericanas de Defensa de la Revolución Bolivariana con integrantes de todos los países de nuestra América (incluyendo ciudadanos estadounidenses que han demostrado su simpatía por Venezuela). Miembros de los movimientos políticos, sociales, culturales de la región darían un paso al frente para sumarse a la fuerza revolucionaria continental a fin de sumar energías para impedir que el imperio estadounidense invada Venezuela y someta a toda Latinoamérica.

 

 ¿Cómo evalúa el apresto de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana ante una amenaza tan grave?

 

-Ante el escenario que se presenta, la FANB está en capacidad de repeler un ataque invasor ejecutado por una fuerza multinacional. A los sistemas de armas que opera la FANB se suma el espíritu de cuerpo de los integrantes de esta institución, elevando su moral para el combate. El factor cívico-militar es un componente de lucha que agrega contundencia al acto de la defensa de la soberanía y una causa de poder que genera firmeza y coraje ante el adversario.

 

-¿Entonces, habrá invasión por vía de la fuerza multinacional en el corto plazo?

 

-En escenarios cambiantes de manera acelerada, como el que se da en la coyuntura actual en Venezuela, se pueden hacer pronósticos (algo posible que sucederá) con base en la información que se posea (fuente y credibilidad); pero, difícilmente predicciones (algo que ha de suceder con certeza). Los pronósticos llevan la carga del isomorfismo (cercanos o lejanos de la realidad) lo que a su vez dependerá de la decisión del Día D y la Hora H que solamente la sabe quien tiene la responsabilidad de ordenarlo: el comandante militar, o, en este escenario de guerra no convencional, el presidente de EEUU, Donald Trump.

 

No obstante, por los movimientos que viene ejecutando el actor Revolución por vía del gobierno nacional, la resistencia del pueblo y la imperturbabilidad de las FANB, el punto de no retorno parece que no será en lo inmediato. Estamos dentro del escenario de guerra no convencional en una fase coyuntural donde se puede concretar la usurpación y agresión de EEUU en cualquier momento. Sin embargo, algunos voceros, con autoridad y conocimiento, han estimado el lapso de esta coyuntura en tres meses.

 

Necesidad de información

 

Izarra estima que en situaciones como la actual se requiere que los analistas tengan acceso a mejores datos por parte del actor Revolución para que sus puntos de vista no se basen únicamente en lo que dicen los actores adversos. “Los cambios acelerados del escenario político producen mucha información ligada a sus múltiples interpretaciones, cuya vigencia en el tiempo es muy corta pues es reemplazada o complementada por nuevos elementos generadores de nuevas informaciones. Por lo tanto, se necesita estar informado de manera permanente y desde la mayor cantidad de fuentes a las que tengamos alcance. No podemos quedarnos exclusivamente con la que emitan el actor EEUU y sus aliados. Tenemos que indagar, de manera minuciosa, lo que se deriva de los movimientos del actor Revolución. Si contamos con los análisis de pensadores y observadores, pero no con la información que procesa el gobierno y los centros de poder e inteligencia, la proyección del pronóstico no será isomórfica, es decir muy cercana a la realidad. Siempre estará en un nivel de aproximación, lo que ayudará a entender el escenario, pero sin garantizar con rigor el Día D y la Hora H’”.

 

(Clodovaldo Hernández / LaIguana.TV)