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Estar atentos a nuestro cuerpo, «dialogar» con el permanentemente, es el mejor canal de diagnóstico que tenemos a nuestra disposición. A fin de cuentas buena parte de la salud preventiva reside en escuchar e interpretar los mensajes y señales que nuestro cuerpo y mente están continuamente emitiendo. Y a propósito de esto, investigadores de la Universidad de Chicago recién descubrieron que hay un indicador específico que podría traer malas noticias: la incapacidad de percibir ciertos aromas. 

 

Un amplió estudio monitoreó a lo largo de años a 2 mil personas adultas de entre 57 y 85 años. En algún punto los investigadores solicitaron a los participantes identificar distintos olores, incluidos: hierbabuena, pescado, naranja, rosas y cuero. El 39% de las personas que denotaron un sentido del olfato más bajo no vivieron más de cinco años después de la prueba. 

 

Obviamente la pérdida del olfato puede ser momentánea, sobretodo ligado a una gripa u otros males respiratorios, pasajeros. Pero también, como apunta el profesor Jayant Pinto, quien encabezó el estudio, la pérdida del olfato «es un sistema de alerta temprana que revela un posible daño […] Nuestros hallazgos podrían proveer un útil test clínico, una forma rápida y poco costosa de identificar qué pacientes están en mayor riesgo». 

 

(pijamasurf.com)