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El Senado brasileño rechazó hoy una apelación de la defensa de la presidenta suspendida, Dilma Rousseff, que exigía suspender el juicio político en su contra por sospechas de corrupción surgidas contra el mandatario interino, Michel Temer.

 

La decisión fue anunciada por el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lewandowski, quien hoy dirige una sesión en la que el pleno del Senado deberá decidir si el proceso contra Rousseff, acusada de irregularidades fiscales, pasa a una última y definitiva votación.

 

En la primera parte de la sesión, senadores que apoyan a Rousseff presentaron diversas cuestiones previas para exigir la “suspensión” del juicio político, sobre la base de una denuncia publicada por la revista Veja, que implica a Temer en una supuesta financiación ilegal de campañas.

 

Según Veja, el empresario Marcelo Odebrecht, condenado a 19 años de prisión en primera instancia por las corruptelas en Petrobras, ha pactado un acuerdo de cooperación judicial con miras a una reducción de pena y ha acusado a Temer de haber recibido dinero “en negro”.

 

La revista sostuvo que Odebrecht ha confesado que en 2014 se reunió con Temer, quien desde mayo pasado sustituye a Rousseff en forma interina mientras concluye el juicio político, y pactó una “donación” para campañas de diez millones de reales (3,1 millones de dólares).

 

Ese dinero, según la versión de Veja, tenía origen en la red de corrupción que operó en Petrobras, un asunto del cual estaría al tanto Temer, quien en caso de que se llegue a la destitución de Rousseff completará el mandato que vence el 1 de enero de 2019.

 

El senador Lindbergh Farias, del Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenece Rousseff, afirmó “no es posible” proseguir el juicio contra Rousseff si su eventual destitución “sirve para darle “el poder e inmunidad” a “alguien sospechoso de corrupción”.

 

Bajo esa premisa, Farias exigió que el proceso contra Rousseff fuera suspendido, al menos hasta que se esclarezca la situación de Temer, lo cual fue rechazado por el presidente de la Corte Suprema.

 

Lewandowski, quien preside la sesión como garante constitucional del proceso, sentenció que las sospechas contra Temer “son ajenas” a lo que el Senado discute y que no pueden “confundirse” con el juicio político al que responde la mandataria.

 

En la sesión que comenzó hoy, que se calcula que puede durar unas 20 horas y concluir durante la mañana del miércoles, el Senado debe votar un informe que recomienda la destitución de Rousseff.

 

Ese informe será aprobado si obtiene el respaldo de una mayoría simple entre los 81 senadores, que si así fuera serían convocados para una última sesión, que se realizará a fin de mes y en que la se tomaría la decisión definitiva sobre la suerte de la mandataria.

 

(EFE)