cuadrocamb.jpg

Actualmente, debido a la escasez de azúcar y al alto costo de la panela de papelón, muchos ciudadanos han optado por consumir el cambur como postre o como merengada. Los comerciantes, aprovechando dicha eventualidad, se han dedicado a especular con los costos de esta fruta y han comenzado a venderla a precios groseros e impensables.

 

El kilo de cambur, dependiendo de la zona de Caracas, hoy día se consigue entre los 900 bolívares y los 1.100 bolívares. El costo ha llegado a ubicarse incluso por encima del precio del kilo de fresas, una fruta caracterizada por ser más «lujosa» y por lo general más «prestigiosa».

 

Usuarios en la red social Twitter, ante semejante abuso, sugieren, quizás de forma ingenua, dejar de comprar esta fruta por una semana. Los usureros, argumentan, bajarán los precios cuando su valioso producto comience a podrirse.

 

«No lo compres por una semana y verás que bajan de precio cuando se comience a podrir. El cambur no dura mucho. En la unión está la fuerza. Ayúdanos y ayúdate», dice la campaña. Algunos han criticado duramente esta iniciativa.

 

El hecho es que el kilo de cambur aumenta cada semana. Según los comerciantes, no se trata de un alza deliberada. Los productores y los distribuidores, alegan, incrementan el precio con regularidad y no les queda otra opción.

 

Y no solo es el cambur el que aumenta su costo. También el precio del melón, del mango, del melocotón, del plátano y de cualquier otra fruta se encuentra, para variar, por las nubes.

 

Es necesario que el Ejecutivo nacional y que las autoridades respectivas afinen sus políticas y ataquen de inmediato esta problemática (una más entre tantas). Es necesario que la Superintendencia Nacional de Precios Justos (Sundde) se avoque al tema y le ofrezca soluciones a la ciudadanía.

 

(LaIguana.TV)