El expresidente de Uruguay José Pepe Mujica aseguró que “el principio de no intervención no es negociable por ninguna circunstancia”, en respuesta a las recientes declaraciones emitidas por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, a favor de una invasión militar contra Venezuela.

 

A través del programa radial uruguayo M24, explicó que las intervenciones en el mundo siempre han estado disfrazadas bajo las banderas simpáticas de la religión, la democracia, la libertad y actualmente los derechos humanos.

 

El exmandatario hizo un llamado a rememorar lo sucedido con las invasiones a lo largo de la historia, como por ejemplo en países como Libia, Irak, Afganistán o México, el cual perdió la mitad de su territorio ante Estados Unidos.

 

Asimismo, Mujica recordó la carta que escribió el 18 de noviembre del 2015 dirigida a Almagro, donde manifestó su decepción ante las decisiones diplomáticas que el secretario general de la OEA estaba tomando y lamentó profundamente haber apoyado su candidatura ante el organismo internacional, tras ver cómo ha direccionado todo su enfoque hacia la situación en Venezuela y no hacia otros países como Haití, Paraguay o Guatemala.

 

«No puedo comprender tus silencios sobre Haití, Guatemala y Asunción, al mismo tiempo publicas cartas en respuesta a Venezuela (…) Es la misma actitud asumida en el conflicto Estados Unidos-Cuba, o con la paz de Colombia», subrayó.

 

En dicho documento, el expresidente señaló que la coyuntura en la nación bolivariana es una repercusión causada por la renta petrolera que acostumbró al país a exportar hasta los bienes de consumo esencial, lo cual generó un fuerte desajuste en la economía nacional tras la caída abrupta de los precios del petróleo.

 

En este sentido, enfatizó que las grandes reservas petroleras constituyen no solo la mayor riqueza de Venezuela, sino también su mayor desgracia, debido a la adicción que tiene Estados Unidos con el petróleo.

 

El dirigente uruguayo extendió un llamado a apoyar la paz interior del país y su autodeterminación, así como a no caer en las pretensiones intervencionistas de Almagro y del imperialismo, las cuales pueden tener fines drásticos para la democracia.

 

“Venezuela nos necesita como albañiles y no como jueces. (…) Venezuela necesita paz interior, es decir convivencia en primer término, y deberíamos trabajar para ello», añadió.

 

(LaIguana.TV)