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El presidente interino de Brasil, Michel Temer, no asistirá a la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, para evitar escuchar los abucheos del público.

Temer prefiere no exponer su imagen ante la opinión pública de nuevo, después de los abucheos que ya sufrió en la ceremonia de apertura el pasado 5 de agosto al declarar inaugurados los Juegos.

Trataría así de proteger su imagen justo en la semana anterior a la votación del “impeachment” contra Dilma Rousseff en el Senado, que decidirá si él se convierte en el presidente de Brasil con todas las garantías.

La ausencia de Temer en la ceremonia de clausura traerá consigo un problema diplomático, ya que estaba prevista la presencia en la tribuna del estadio de Maracaná del primer ministro japonés, Shinzo Abe.

Abe estaría en calidad de anfitrión de los próximos Juegos Olímpicos, los de Tokio 2020, ya que parte de la ceremonia de clausura consiste en pasar el testigo a la siguiente ciudad sede.

Ahora el Gobierno brasileño busca la fórmula de que ambos líderes se encuentren, ya sea con el primer ministro japonés viajando rápidamente a Brasilia o con un encuentro privado en Río de Janeiro.

Durante la ceremonia de apertura de los Juegos Temer intentó esquivar los abucheos del público evitando ser presentado en la tribuna de las autoridades, pero aun así fue duramente pitado cuando pronunció la frase en que declaraba abiertos los Juegos, de apenas diez segundos.

En la primera semana de los Juegos Olímpicos una de las polémicas que han salpicado los estadios tiene que ver precisamente con las protestas contra Temer: el COI pide que no haya manifestaciones políticas en los estadios, pero la Justicia ha rechazado la prohibición.

Temer ocupa el cargo interino desde el pasado 12 de mayo, cuando la presidenta Dilma Rousseff fue apartada del cargo por el Senado.

(Yvke Mundial / La Radio del Sur)