La premisa que le cuesta admitir a algunos dirigentes de la derecha fue ratificada por el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, este domingo: “La Unidad no puede ser una referencia que se active solo cuando hayan elecciones”, sentenció.

Esa es la realidad. Si no hay elecciones, la dirigencia opositora es solo un cúmulo de individualidades. Y cuando las hay, se dan las pugnas por los protagonismos. Por eso, la fracasada Mesa de la Unidad Democrática se ha desmoronado de a poco.

Ledezma manifestó que espera que la renuncia de Ramón Guillermo Aveledo de la secretaría general de la MUD contribuya a la reformulación de la Unidad “por la que tanto él se desveló”, porque hasta ahora no hay resultados de conciliación y consenso.

“Lo importante es preservar la unidad como un valor insustituible”, apuntó a sabiendas que no hay señales de unión dentro de la Mud.

El derechista usó como excusa para explicar tantas disputas en la Mud, que desde el Gobierno Nacional se está tratando de implantar una “guerra bacteriológica” para desprestigiar a la coalición de partidos de oposición. Pero en realidad, son los mismos dirigentes opositores los que defienden agendas paralelas que no logran tener un punto en común, al menos para presentar propuestas al país en materia política, económica o social.

(LaIguana.TV)