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Equipos de rescatistas trabajaban contrarreloj el jueves para encontrar sobrevivientes tras un fuerte sismo registrado en la víspera que redujo tres localidades del centro de Italia a escombros. El número de víctimas mortales subió a 247 e Italia volvió a angustiarse por la seguridad de sus comunidades medievales levantadas en zonas con una elevada actividad sísmica.

 

Al alba, los equipos seguían trabajando en las regiones Lazio y Le Marche tras una noche de búsqueda ininterrumpida. Perros rastreadores y equipos de sonido ayudan en su búsqueda de sobrevivientes a bomberos y rescatistas, que emplearon sus propias manos para retirar trozos de cemento, piedra y metal de las montañas de escombros que se alzan donde antes había casas.

 

Parte del operativo se centró en el Hotel Roma de Amatrice, una localidad famosa por la pasta «a la amatriciana», con bacon y salsa de tomate, que atrae a amantes de la comida a la localidad medieval cada agosto coincidiendo con su festival gastronómico.

 

En un primer momento, el alcalde de Amatrice dijo que antes de venirse abajo el hotel hospedaba a 70 personas para el festival del fin de semana, pero rescatistas señalaron después que, según el propietario, la mayoría de los clientes habían escapado.

 

Luca Cari, portavoz de los bomberos, dijo que se recuperó un cuerpo de entre los restos del hotel justo antes del amanecer y que las labores de rescate seguían allí y en otros puntos. Desde el temblor de magnitud 6 registrado a las 03:36 de la madrugada del miércoles, se han registrado 460 réplicas.

 

«Seguimos en una fase que nos permite mantener la esperanza de encontrar a gente con vida», señaló Cari destacado que el temblor registrado en 2009 en L’Aquila, no muy lejos de allí, se halló un sobreviviente 72 horas después.

 

Las poblaciones más afectadas fueron las pequeñas aldeas de Amatrice y Accumoli cerca de Rieti, ubicadas aproximadamente a 96 kilómetros (60 millas) al noreste de Roma, y Pescara del Tronto, que se encuentra 25 km (15 millas) más al este.

 

La agencia italiana de protección civil dijo que la cifra de muertos subió a 247 a primera hora del jueves, con al menos 264 personas hospitalizadas. La mayoría de los fallecidos — 190 personas — estaban en Amatrice y en Accumuli y en aldeas cercanas.

 

«De aquí sobrevivió todo el mundo», dijo la hermana Mariana, que vive junto a tres monjas más y una mujer anciana en una parte de un convento de Amatrice que se vino abajo.

 

«Se salvaron unas a otras, se dieron la mano aun cuando se estaba derrumbando y corrieron, sobrevivieron».

 

Al parecer, señaló, otras que estaban en otra zona del inmueble no tuvieron tanta suerte: tres monjas más y cuatro ancianas habrían fallecido.

 

La agencia de protección civil levantó campamentos improvisados de tiendas de campaña para acomodar a quienes perdieron sus casas y 1.200 personas hicieron noche allí, dijeron funcionarios el jueves. En Amatrice, unos 50 ancianos y niños pasaron la noche en el interior de un pabellón deportivo.

 

«Para ellos no es fácil», dijo el voluntario de protección civil Tiziano De Carolis, que ayudaba a unos 350 afectados en Amatrice. «Lo han perdido todo, el trabajo de toda una vida, como aquellos que tenían un negocio una tienda, una farmacia, un supermercado y que descubrieron de la noche a la mañana que todo estaba destruido».

 

«En un país donde en los últimos 40 años ha habido al menos ocho terremotos devastadores (…) la única lección que hemos aprendido es a salvar vidas después de que ocurran», escribió el columnista Sergio Rizzo en la edición del jueves del Corriere della Sera. «Estamos muy por detrás en las otras lecciones».

 

Expertos estiman que el 70% de los edificios en Italia no cumplen los estándares antisísmicos. Tras cada gran movimiento telúrico se realizan propuestas de mejora, que suelen languidecer entre la pesada burocracia italiana.

 

El primer ministro, Matteo Renzi, que visitó la zona el miércoles por la tarde, se comprometió a reconstruir «y garantizar una reconstrucción que permita a los residentes vivir en estas comunidades, relanzar estas bonitas localidades que tienen un maravilloso pasado que nunca terminará».

 

Decenas de personas son sacadas con vida de entre los restos por equipos de rescate y voluntarios que llegaron de varias partes del país. Unas 17 horas después del incidente, los bomberos rescataron con vida a una niña de 10 años atrapada en Pescara del Tronto.

 

«Desafortunadamente 90% de los que sacamos están muertos, pero algunos logran sobrevivir, por eso estamos aquí», dijo Christian Bianchetti, un voluntario de la ciudad de Rieti que estaba trabajando en la devastada Amatrice.

 

(AP)

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