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La tarde de este jueves el anunció de que Citibank Venezuela suspendería las operaciones con la franquicia de la tarjeta de crédito VISA causó un escándalo en las redes sociales y en los medios digitales.

 

Sin embargo para entender el impacto de la decisión tomada por el banco es necesario considerar su peso y su desempeño en el sistema bancario venezolano.

 

Citi está ubicado en la categoría de los “bancos muy pequeños” del sistema venezolano. Son cuatro segmentos (grandes, medianos, pequeños y muy pequeños) y Citi está en el último.

 

Al cierre de julio 2016 las captaciones del público de Citi representaban el 0,4 por ciento del total de la cartera de depósitos de todos los bancos del sistema. La cifra absoluta es de 21 mil millones de bolívares frente a cifras referenciales de más de 900 mil millones de Banesco o de casi 1 mil 200 millones de Banco de Venezuela.

También al cierre de julio Citi reportó ganancias para ese mes de sólo 705 mil bolívares (se lee setecientos cinco mil ). Eso lo lanzó al puesto 30 de los 32 bancos del sistema. Hasta el Instituto Municipal de Crédito Popular (un minúsculo banco de la Alcaldía de Caracas) ganó mucho más.

 

La utilidad anual de Citi, es decir del 1 de enero al 31 de julio de 2016 cayó más del 42 por ciento con respecto al mismo período de 2015.

La morosidad de Citi para julio de 2016 es la más alta de los bancos tradicionales del sistema. Asciende a 1,73 por ciento mientras que referencialmente instituciones de financiamiento social como el IMCP (Alcaldía de Caracas) y el Banco Agrícola muestra mejor desempeño de su morosidad con índices de 1,68 y 1,42 por ciento respectivamente.

Todos los datos fueros tomados del ranking bancario de Aristimuño Herrera & Asociados publicado por el sitio web www.bancaynegocios.com.

 

(La Tabla)