La fundadora de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer (Apramp), Rocío Nieto, narró la situación a la que se enfrentan mujeres, entre ellas venezolanas, que son involucradas en trata de personas hacia España, donde son prostituidas y explotadas.

 

Tal es el caso de una criolla menor de edad que, bajo el seudónimo de “Laura”, arribó al país europeo hace días, engañada, ya que su familia la vendió y llegó a esa nación para ser prostituida, presumen las autoridades españolas que están encargadas de este caso.

 

Se supo que al encontrarse en el aeropuerto de Madrid los integrantes de una red de trata de personas la esperaban para trasladarla a un apartamento, en el que, de acuerdo con los cuerpos de seguridad, sería explotada sexualmente. Sin embargo, fue rescatada por agentes de la Policía Nacional.

 

Laura en la actualidad habita en un apartamento con otras víctimas que son asistidas por autoridades españolas y de la Apramp.

 

La muchacha debe esperar que se culminen las averiguaciones para entrar a los centros de Apramp, donde aprenderá un oficio con el cual pueda desenvolverse.

 

Se supo que esta joven estuvo a punto de ser obligada a hacer “de 10 a 15 servicios sexuales al día”, afirmó Nieto a CNN en Español.

 

Agregó que estas mujeres salen de Venezuela y terminan en manos de redes organizadas de trata de personas.

 

Un segundo caso es el de Gema (nombre ficticio), otra venezolana de 32 años protegida por Apramp, quien señaló que no es nada fácil. “He sufrido mucho”, aseveró.

 

La circunstancia que envolvió a Gema fue la explotación laboral. Contó que llegó a España cuatro años atrás en busca de un destino mejor, pero no resultó como lo planificó.

 

“Soy de una familia pobre y, quienes yo creía que eran mis amigos, me ofrecieron trabajo”, dijo a CNN en Español.

 

Logró entrar a España sin documentos y después de contraer una deuda de miles de euros con sus supuestas amistades, se enfrentó con la explotación laboral.

 

Narró que la mantuvieron encerrada en una residencia en la que debía limpiar y vigilar el lugar donde se manipulaban drogas.

 

“Tuve mucho miedo, me preguntaba todos los días qué sería de mi vida (…) me engañaron, me decían que como no tenía papeles no podía salir a la calle”, expresó.

 

Prosiguió: “Aguanté solo tres meses”, hasta que un día consiguió huir.

 

Por un tiempo estuvo deambulando por la ciudad capital, hasta que optó por acudir a la Policía para solicitar el regreso voluntario.

 

“Entonces se dieron cuenta de que yo no podía haber llegado aquí sola”, sostuvo, y fue como los agentes la trasladaron a Apramp.

 

Trascurridos unos meses como testigo protegido, y mientras las autoridades indagaron su caso, la mujer aprendió varias tareas y en la actualidad trabaja para la institución como costurera.

 

El medio reseñó que en este 2018, la Policía Nacional alcanzó rescatar a más de 200 mujeres víctimas de trata en España, de ciudadanía rumana, nigeriana y dominicana y venezolana, las cuales empiezan a ampliar las cifras.

 

La representante de la Unidad Central Contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades (Ucrif), inspectora Leticia Matarranz, manifestó que “entre 2016 y 2017 creció un 50% el número de mujeres venezolanas rescatadas de redes de trata”.

 

Explicó que llegan a España “se les adjudica una deuda por el traslado, de deudas irreales”, y son forzadas a laborar en situación de esclavitud para pagar esa deuda.

 

(LaIguana.TV)