El guardameta del Sporting de Lisboa, Romain Salin, quedó inconsciente al golpearse la cabeza contra uno de los postes del arco cuando intentaba atajar un disparo, y enseguida fue atendido por un compañero, el uruguayo Sebastián Coates.

 

El incidente ocurrió el pasado domingo, durante el partido de la Primera División portuguesa entre el Portimonense S.C. y Sporting (4-2). Corría el minuto 43 de la primera parte, cuando Salin voló para tratar de impedir el segundo tanto de los locales y se estrelló contra el vertical.

 

Al ver que Salin no reaccionaba, Coates se acercó e intentó reanimarlo metiéndole los dedos en la boca para evitar que su lengua obstruyera la garganta, mientras los rivales celebraban el gol.

 

Salin abandonó el campo de juego y fue trasladado a un hospital en donde se le hicieron estudios, que determinaron una conmoción cerebral. El guardameta fue dado de alta poco después y pudo viajar de regreso a Lisboa junto a sus compañeros de equipo.

 

Sin embargo, los médicos aseguran que el método aplicado por Coates no fue el idóneo, ya que en lugar de ayudar a la persona afectada se puede poner en riesgo su vida. Los especialistas resaltan que la lengua en una persona adulta no se traga, y en casos similares al de Salin lo ideal es colocar al implicado en una posición lateral o realizar la maniobra de tracción mandibular, que consiste en elevar el mentón con los dedos para abrir la vía por la que entra el aire.

 

(RT)