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A propósito de lo que pasó y dejó de pasar el 1º de septiembre, mis politólogas favoritas, Prodigio Pérez y Eva Ritz Marcano, me mandaron unos informes tan exhaustivos que no puedo hacer otra cosa que glosarlos, ganando así –de la manera más vulgar y descarada- indulgencia con escapulario ajeno.

 

Prodigio dice, muy seria ella, que desde un punto de vista estrictamente geopolítico, la oposición no logró la Toma de Caracas, sino que hubo de conformarse con la Toma de la avenida Francisco de Miranda.

 

“Tampoco hubo golpe de Estado ni confrontación entre civiles ni se logró crear el clima necesario para hacer ver al gobierno como dictadura y a Venezuela como Estado forajido. Y tampoco se logró modificar el cronograma del Consejo Nacional Electoral para la convocatoria a referendo”, dice Prodigio.

 

Como punto positivo para la oposición, la experta dice que consiguió reactivar la protesta de calle, que había estado ausente durante todo el año, a pesar de numerosos intentos de calentamiento y guarimbeo.  Además, capitalizó el descontento popular, es decir, la emoción negativa acerca del gobierno, experimentada por gente que no necesariamente es opositora. Por otro lado, el ala moderada-taimada de la MUD logró mantener en cintura, salvo incidentes aislados, al ala pirómana.

 

En cuanto al balance para el gobierno y el chavismo, Prodigio expresó que logró marcar un tono disuasivo, al ejercer selectivamente el poder represivo del Estado, aunque esta vez no tuvo que pasar a mayores. Afirmó que recuperó también las manifestaciones de gran magnitud, al ocupar de nuevo la avenida Bolívar, antiguo ícono de las concentraciones revolucionarias. Pero eso, advierte la analista, estuvo lejos de significar que haya conjurado el descontento generalizado. “Logró frenar a los que estuvieran pensando en la salida golpista, pero sigue en una situación delicada, que a veces parece una cuenta regresiva”, sentenció la especialista.

 

A última hora, tal vez para no quedarse atrás, mi segunda politóloga predilecta, Eva Ritz Marcano, también me pasó un informe. Coincidió, en términos generales con Prodigio, pero agregó un par de consideraciones en tono de humor, que merecen destacarse.

 

Dijo que la oposición reincidió en uno de sus principales problemas: crea grandes expectativas, hace movilizaciones nada desdeñables, pero a la hora de los líderes se produce una especie de anticlímax. “Los militantes se emocionan durante la etapa previa y, por supuesto, el día de la movilización, con el gentío en la calle, las figuras de farándula, las chicas fashion y tal, pero después, de sopetón, se encuentran con Chúo Torrealba dándoles un discurso… Es como estar soñando que te bañas en una playa de Morrocoy o Mochima, y luego te das cuenta de que te habías quedado dormido en una camionetica, y vas pasando por la redoma de Petare”.

 

Eva también dijo que luego de poner toda la carne en el asador, con el llamado 1S (hasta bonita era la combinación de número y letra), parecen haberse quedado sin fondos para nuevas apuestas. “Perdóname esta comparación un poco subida de tono, pero eso de plantearle a la gente asistir a una marcha tumba-gobierno y luego convocarla a un cacerolazo equivale a invitar a los amigos y las amigas de uno a una orgía y luego decirles que, bueno, ustedes saben esos es poco a poco, mejor se van a su casa a ver una película porno”.

 

(Clodovaldo Hernández / [email protected])