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El keniata Sorence Owiti Opiyo, de 20 años de edad,  bien podría ser el hombre más afortunado del mundo, y caminar con el orgullo propio de contar con un aparato reproductor masculino que es 10 veces más grande que el tamaño promedio; aunque claro, no debe ser muy sencillo caminar con algo así por la calle, me imagino. En realidad, nada, absolutamente nada, es sencillo en la trágica vida este hombre; pero… ¿cómo?, se preguntaran ustedes, ¿cómo es que el hombre con el pene más grande del mundo no es feliz?  

 

Aunque a algunos les cueste entender, la vida no es siempre como te la muestran en las películas pornográficas, casi nunca en realidad. Y menos la vida de este hombre, quien, según Buzz Kenia, fue criado por su abuela desde los 5 años de edad luego de que sus dos padres murieran. Sin embargo, la verdadera tragedia para este “virtuoso” muchacho comenzó cuando apenas tenía 10 años de edad y comenzó a sentir un pequeño hinchazón entre sus piernas, que se fue prolongando con el paso de los días. Era tanto el dolor y la incomodidad que decidió visitar al doctor, quien le dijo que su aparato estaba creciendo de forma desproporcionada al cuerpo de un ser humano normal.

 

Siendo solo un niño, Sorence no le tomó demasiada importancia al asunto y volvió a su escuela, donde todo transcurría con normalidad hasta que sus compañeros se enteraron del “enorme” atributo que él guardaba tras su ropa y entonces las burlas comenzaron a emerger a tal nivel que al pobre de Sorence no le quedó más opción que abandonar la escuela.

 

Pero los problemas de Sorence no se quedaron allí: ya que con el tiempo su aparato crecía más y más, hasta llegar a tener la altura de un bebé.  Y lo peor de todo, es que este comenzaba a desfigurarse en la punta.

 

Impedido de tener relaciones sexuales por consejos médicos, Sorence se fue asilando del mundo cada día más, perdiendo toda la esperanza de tener hijos algún día. Asimismo, su condición física le impedía conseguir un trabajo estable.

 

En estos momentos, algunos de sus familiares están recolectando dinero para poder pagar un tratamiento médico que pueda ponerlo a la altura de cualquiera de nosotros, pero por mientras, él deberá seguir viviendo esta auténtica pesadilla que comenzó con lo que muchos pensaron que se trataría de una eterna bendición.

 

(Upsocl.com)

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