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Una de las características del modo de producción esclavista en la antigua Roma, consistía en que los esclavos eran considerados como  «propiedad» de aquellos que los poseían. Era la ley misma del Estado esclavista la que se encargaba de consagrar este derecho patrimonial que, incluso, podia transmitirse a través de la herencia.

 

La única contraprestación que los  esclavistas ofrecian a sus esclavos era la comida y el cobijo bajo un techo. No era esta, evidentemente, una  actitud altruista del amo, sino que tal «generosidad»  estaba condicionada por la imperiosa necesidad de proteger sus  intereses,  garantizando la supervivencia de aquellas «maquinas parlantes» – así se llamaba en Roma a los esclavos – para que estuvieran en condiciones de continuar trabajando eficazmente a la jornada siguiente.

 

Por muy increíble que resulte, esa etapa histórica, que parecía plenamente olvidada en  el siglo XXI, se esta reproduciendo con toda crudeza en nuestros días. La única diferencia con la Edad antigua,  estriba en que hoy  el esclavo moderno ya no es propiedad del esclavista… al menos, por el momento.  

 

TRABAJO A CAMBIO DE «PAN Y TECHO»

 

Según un reportaje publicado estos días en el periódico catalán «La Vanguardia», no son pocos los exasalariados que empiezan a estar dispuestos  a cobrar «en especie» sus prestaciones laborales. A ese punto ha llevado la  situación economica extrema y sin espectativas a decenas de miles de asalariados, que no solo han perdido sus trabajos, sus hogares, sus prestaciones sociales y, no pocos de ellos, empiezan a ver peligrar tambien su misma dignidad  como integrantes de la clase trabajadora.

    
«Por un plato de lentejas y un techo bajo el que dormir», esta parece ser la oferta de los nuevos empleadores del siglo XXI. Contrariamente a lo que  pueda pensar el lector, según denuncia en su reportaje Javier Ricou ,  no se trata de situaciones raras  o de casos extremos que se pueden contar con los dedos de la mano. La desesperación de millones de trabajadores sin empleo y arrojados a la calle  por los deshaucios  , está siendo vorazmente aprovechada por no pocos aspirantes a explotadores para ofrecer a sus trabajadores empleo,  a cambio de un  mondo y lirondo  «techo y lentejas», sin sueldo ni paga alguna.

 

¿No se lo cree? Según el reportaje del periódico La Vanguardia, este tipo de ofertas llueve a raudales sobre los portales de empleo de Internet. Y por lo que cuenta el periódico, la osadía de algunos empleadores empieza a alcanzar límites increíbles. Embravecidos por la pauperrima situación económica de millares de asalariados que no cuentan siquiera con la capacidad que proporciona la unidad entre los de su misma clase social,  los  anunciantes esclavistas del siglo XXI no se conforman con ofrecer a los aspirantes «techo y comida» a cambio de su fuerza de trabajo,sino que además les exigen «poseer referencias», «ser educados», «mostrar buena disposición para todo aquello que se les pida» y «no tener malos rollos, ni problemas, ni nada de drogas o alcohol»…

Las ofertas de «techo y comida» dejan muy claro, eso sí, que aquellos que aspiren al «puesto de trabajo» no deberan contar  nunca con la expectativa de una paga. Solo en casos muy excepcionales, estos esclavistas del siglo XXI abren la lejana posibilidad de que, de acuerdo con la conducta observada por los aspirantes, quizá en el futuro se podría hablar de un salario. Tal es el caso, por ejemplo, de un magnánimo anunciante de Ciudad Real que dice en su reclamo:

 

«Busco a persona necesitada que me ayude como vigilante y mantenimiento de pequeña empresa dedicada al ramo del automóvil a cambio de alojamiento y manutención. Más adelante ya hablaríamos de ayuda económica, incluso sueldo”.

 

Algunos de estos  miserables  se atreven a adornar, incluso,  sus ofertas laborales encubriéndolas  como si se trataran de una suerte de  «voluntariado»:

 

«Estoy buscando a joven sencillo y disponible – dice otro  anunciante-  para colaboración en mantenimiento de finca de Barcelona. Preciso un ayudante de carácter familiar con unas condiciones como aprendiz voluntario. Lo máximo que puedo ofrecer es formación y alojamiento gratis en plan compañeros. Yo también he sido voluntario”, alega este vergonzante esclavista.

 

En una sociedad como la nuestra, que exhibe en sus escaparates mediáticos la igualdad entre  los sexos como una conquista plenamente lograda, esta renovada fórmula de esclavitud moderna tenía que escoger también a las mujeres como objetivo prioritario de sus afanes explotadores.

 

En efecto, la mayoría de los anuncios de ofertas están dirigidos a mujeres para tareas del hogar y cuidado de niños y ancianos. Como sucediera en España en las décadas de los 40 y 50 del pasado siglo, cuando las clases altas y medias españolas arrancaron a las jóvenes campesinas de su medio  rural, para que trabajaran en el servicio  doméstico en las urbes,  a cambio de un magro «techo y comida», los mismos sectores sociales de entonces estan rehabilitando  ahora la antigua figura de «las criadas» de la España franquista de la posguerra.

 

INTERNET: LA LONJA DEL TRABAJO ESCLAVO EN ESPAÑA
 
 

En este nuevo mercado internáutico de mano de obra gratuita, el lector podrá encontrar anuncios de todo tipo y estilo. He aquí algunos ejemplos ilustrativos de esta nueva lonja de trabajadores gratuitos y exentos de molestos derechos laborales.

 
Busco limpiadora
 

«Busco mujer de 45 a 55 años, que quiera compartir bonita habitación en piso a orilla del mar en el Maresme, a cambio de limpieza, alojamiento y manutención si sabe algo de cocina. El trabajo es de 1 h diaria, y podrá tener otra ocupación. Es un anuncio muy serio. Alcalá de Henares (Madrid)»
  

Limpieza a cambio de habitación
 

«Busco chica para las tareas domésticas 4 horas de lunes a viernes a cambio de alojamiento en habitación propia y manutención (con posible pequeño sueldo). Si tienes niño o niña, también es compatible. Alcalá de Henares (Madrid)».
  

Busco señora o señorita
 

«Busco señora o señorita para el cuidado del hogar y de niños. No puedo pagar. A cambio ofrezco alojamiento y manutención. Benidorm»
 

¿Cansada de todo?

 

«Si estás cansada de problemas, no encuentras empleo, decepcionada de tanta falsedad y egocentrismo, si te gustan los animales y la vida en entorno natural, si buscas realmente un cambio de rumbo en tu vida, si buscas sentirte útil y valorada, te ofrecemos alojamiento y manutención a cambio de convivencia y ayuda en alguna tarea que te guste de los animales. Por favor, no escriban parejas ni con cargas, se podría valorar si tienes un niño/a pequeño. Jerez de la Frontera (Cádiz)»
 

 

Vigilante y mantenimiento
 

«Busco persona necesitada, que me ayude como vigilante y mantenimiento de una pequeña empresa dedicada al ramo del automóvil. A cambio de alojamiento y manutención, si tiene conocimiento de mecánica ¡mejor! Más adelante ya hablaríamos de ayuda económica, incluso sueldo. Hombre mayor de 55 años. Más detalles por teléfono. Ciudad Real». 

 

Busco persona para trabajar
 

«Busco persona educada. Nada de drogas, alcohol ni malos rollos ni de problemas a cambio de comida y alojamiento y un poco de dinero al mes, para empezar en marzo. En camping. Granada».

 

Ayuda con persona anciana
 

«Se busca persona para ayuda en el cuidado de persona de 72 años válida, a cambio de alojamiento, alimentación… Trato familiar. Bilbao».
  

Tareas del hogar

 

«Se necesita chica para tareas del hogar y servicio doméstico. A cambio se da alojamiento, es en una urbanización de Numancia de la Sagra. Toledo»
 

Alojamiento, manutención y trabajo
 

«Ofrecemos acogida, alojamiento y manutención, ropa, a madre soltera (un solo hijo o sin) que lo necesite. Es en Madrid, pero costeamos el desplazamiento en caso de estar en otra ubicación. Necesita tener conocimiento de computadoras y manejar internet. Así como cocinar y hacer quehaceres del hogar. ¡No es nada de sexo! Ni raro. ¡Anuncio serio!»

 
Y así hasta el infinito.

 

(Canarias.semanal.org)