Seguidores del candidato presidencial de Brasil Jair Bolsonaro no ocultan sus ideales fascistas, y ofrecen una antesala de lo que viene si su líder llega a ocupar la máxima magistratura en el gigante amazónico. 

 

En las calles se les ve lucir camisetas donde se aprecia el rostro del expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, decapitado. Un claro anuncio de lo que le podría ocurrir al líder de la izquierda mundial de llegar Bolsonaro al Palacio de Planalto.

 

Además, en las redes sociales han circulado videos de estos fanáticos gritando en una estación del Metro de Río de Janeiro muerte a las personas gays, lesbianas y transexuales. En un Brasil ya de por sí bastante hostil con las personas del colectivo Lgbtiq. 

 

También, una vez conocidos los resultados de la primera vuelta electoral el pasado 7 de octubre, cuando Bolsonoro se impuso con más del 40 por ciento de los votos, un afecto al exmilitar asesinó de 12 puñaladas al maestro de capoeira Romoaldo Rosário da Costa, conocido como Moa do Katendé en un bar de Salvador de Bahía. Su asesino reconoció que lo hizo por razones políticas porque el músico era un hombre de izquierda.

 

Jair Bolsonaro se ha mostrado como un simpatizante de la dictadura de derecha que gobernó a Brasil, también ha sido visible su desprecio hacia la igualdad de las mujeres en el campo laboral y los derechos hacia las personas afrodescendientes y Lgbtiq. Ha dicho frases como que “los negros no deberían procrear” y “prefiero un hijo muerto que gay”. 

 

Recordemos que el próximo 28 de octubre se celebrará la segunda vuelta electoral en el gigante sudamericano. 

 

(LaIguana.TV)