El material audiovisual hace un recuento de los factores que desmienten el atentado, en primera instancia la violación de la seguridad nacional más «impermeable» del mundo, así como las vigas, detonaciones aisladas y demás elementos que sugieren que el desplome de las Torres gemelas fue un derrumbe asistido.

 

Refiere también la ausencia de evidencia del tercer avión, del que se dijo dio una vuelta improbable de 270 grados para dirigirse, a 800 kilómetros por hora hacia el Pentágono. Acción que, según el video, no es posible para un avión con características comerciales, sino más bien para un Caza militar.

 

Con respecto al cuarto avión, supuestamente estrellado por los propios tripulantes en un intento por recuperar el control, se dice que testigos escucharon los misiles que hicieron el aspaviento en la zona poco poblada.

 

Otros elementos, como la adjudicación de Bin Laden por el hecho, con una grabación de CNN en entrevista, cuando se suponía era el hombre más buscado del planeta y ni siquiera los servicios de inteligencia estadounidense lo encontraba, despertó la sospecha de que pudiera ser un montaje de la Casa Blanca para justificar la guerra que vino después y que se ha mantenido, en mayor o menor medida, desde hace 15 años.

 

Todos los militares que estaban al mando en el momento del supuesto atentado, quienes debieron ser destituidos por «negligencia», fueron por el contrario ascendidos y mejoradas sus condiciones profesionales y de vida. ¿Raro?

 

Estos factores y otros que se mencionan explícitamente en el video dejan ver cómo la manipulación mediática llevó a todo un planeta a encubrir el «autoatentado» gringo, excusa perfecta para su desplazamiento bélico en la persecución de petróleo.

 

(LaIguana.TV)

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