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Luis Paiva, atleta venezolano que participa en los Juegos Paralímpicos de Río, aseguró que luego de haber culminado la competencia de los 400 metros planos, en los que consiguió la medalla de plata, no estaba del todo contento.

 

La presea de plata fue la primera de la delegación nacional, por lo que fue la que impulsó al resto de los atletas a dar lo mejor de sí en cada una de las competencias.

 

“Al principio no estuve contento con la medalla. La verdad es que yo quería de la oro y entrené para ganarla, pero el brasileño me sorprendió con su estrategia y me atacó de una manera que no me dio chance de recuperarme”, declaró Paiva al Correo del Orinoco.

 

El oriundo de Barlovento, estado Miranda, dijo que le dio mayor satisfacción romper la barrera de los 47 segundos que ganar la medalla de plata.

 

“Cuando terminó la carrera yo estaba decepcionado, porque había perdido la medalla oro, pero luego volteé a la pantalla del estadio y vi que había corrido 47:83, y eso me dio mucha emoción porque no es fácil bajar de 48 segundos”, apuntó Paiva, quien sueña con brillar en Tokio 2020.

 

Tranquilo

El criollo dijo estar muy tranquilo porque sabe que la medalla de plata le dio mucha alegría a la nación entera, por lo que asegura que el trabajo hecho antes de llegar a Río dio buenas resultados, a pesar de que no consiguió el oro.

 

“Lo que más me gustó de la medalla fue que le dio un poco más de oxígeno al país, que está pasando por momentos difíciles. Yo como atleta estoy colaborando porque cada vez sea mejor y tengo fe de que todo mejorará pronto”, sostuvo Paiva.

 

El espigado atleta, de 1.90 metros de estatura, y que además es especialista en la prueba de los 800 metros, dijo que es una lástima que esa competencia no esté inscrita en los Juegos Paralímpicos, porque el registro que posee sería un récord Mundial.

 

Paiva también aclaró que durante el acto de premiación besó el Escudo Nacional, porque estaba buscando la bandera o algo que dijera Venezuela en la chaqueta, y no la encontró, debido a que la misma está en la parte trasera.

 

“Yo estaba buscando la Bandera y no la conseguí. Cuando la cámara me estaba enfocando aproveché y besé el escudo para que sepan que soy venezolano. Además lanzaba besos al cielo en honor a mi padre y padrastro, quienes fallecieron, y esta medalla también es para ellos”, aseveró Paiva.

 

Paiva dijo que piensa en Tokio 2020, aunque es consciente de que faltan cuatro años y que debe trabar muy bien para corregir los errores y conseguir más éxitos.

 

Mirando al futuro

El oriundo de Río Chico, estado Miranda, tendrá mañana otra oportunidad de hacer un papel importante cuando tome parte en la justa de los 1.500 metros planos, la cual se efectuará en el Estadio Olímpico.

 

“Para ser sincero no creo que haga gran cosa, porque yo me preparé fue para los 400. De igual manera daré lo mejor de mí por conseguir por lo menos un diploma olímpico para mi país”, agregó Paiva.

 

Con esta competencia culminará la actuación de Luis Paiva en los XV Juegos Paralímpicos de Río 2016.

 

(CO)

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