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Cientos de combatientes de las FARC, que se concentraron en un campamento del sur de Colombia, trabajan contrarreloj en la construcción del complejo donde delegados se reunirán en un último congreso como guerrilla para ratificar el acuerdo de paz que busca acabar con un conflicto armado de más de 52 años. 

 

En la X Conferencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que se realizará desde el próximo sábado en los lejanos Llanos del Yarí, delegados de los frentes de la guerrilla debatirán y aprobarán el acuerdo final de paz que alcanzaron en Cuba con el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos, después de casi cuatro años de negociación. 

 

Se esperan alrededor de 1.000 personas entre delegados, invitados y enviados de los medios de comunicación, que por primera vez podrán asistir a una cumbre guerrillera, en la que los rebeldes discutirán el acuerdo y su transformación en un partido político. 

 

El propósito de la conferencia es «tomar las decisiones necesarias para nosotros también poder avanzar en la perspectiva de que participemos en la actividad política del país», dijo a Reuters Mauricio Jaramillo,ALIAS «El Médico», uno de los siete miembros del secretariado de las FARC, el máximo órgano político y militar del grupo guerrillero. Con camisas cubriendo sus cabezas, guerrilleros que antes combatían contra el ejército, cometían ataques y secuestros, ahora empuñan palas, machetes, motosierras, martillos y otras herramientas para poner pisos, mezclar cemento, construir salones en bambú, madera y ladrillo.

 

«Se está trabajando las 24 horas en tres turnos para poder estar listos el día, dado que la dinámica del proceso se aceleró y nos sorprendió un poco la fecha», explicó Carlos Antonio Lozada, otro integrante del secretariado y vocero de la conferencia, mientras un par de docenas de rebeldes con sus fusiles descendían de un camión para unirse a las labores. 

 

La conferencia de la guerrilla se realizará antes de que Santos y el máximo líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias «Timochenko» firmen el 26 de septiembre el acuerdo final de paz, que luego deberá ser sometido a un referendo el 2 de octubre para que los colombianos lo aprueben o rechacen. Londoño y otros jefes rebeldes que participaron en la negociación en Cuba ya llegaron al sitio del encuentro en un helicóptero con el emblema de la Cruz Roja Internacional. 

 

«En las otras conferencias se hablaba de planes en proyección hacia la guerra y en esta se están articulando procesos e iniciativas hacia la paz», dijo Pastor Alape.

 

Una ciudadela en medio de la selva

 

El complejo, que incluye una gasolinera, antena de comunicaciones, alojamientos para los delegados, duchas, baños, auditorio, una zona de alimentación y oficinas para las comisiones, está en una llanura cubierta de vegetación y árboles, a unas cinco horas de viaje por caminos de barro desde San Vicente del Caguán, el pueblo más cercano. 

 

Los visitantes podrán dormir en tiendas de campaña y en dormitorios iguales a los que usan los guerrilleros. 

 

De acuerdo con una agenda preliminar a la que Reuters tuvo acceso, los delegados discutirán algunos temas como la preservación de los recursos naturales y el medio ambiente, la mujer en la guerrilla y sobre prisión política. Conferencias guerrilleras del pasado fueron convocadas para decidir la estrategia de guerra contra el Estado y se hicieron virtualmente con el apoyo de internet, debido a que ofensivas militares impedían las reuniones de líderes rebeldes.

 

La guerrilla instaló una carpa para la prensa y en el lugar los periodistas podrán comprar costosos desayunos, almuerzos y cenas. La logística de la conferencia será complicada. Las dos carreteras de acceso al sitio están llenas de lodo y las fuertes lluvias amenazan con volverlas intransitables. 

 

Algunos combatientes de las FARC comenzaron a colocar tablones de maderas sobre la vía para evitar que los camiones y autobuses que transportarán a los invitados queden enterrados.

 

«Estamos dispuestos y atentos a lo que nos pongan a hacer (…) pero la primera cosa que necesitamos aquí es una vía de dos carriles», dijo en medio de risas Dairon, comandante del Frente de Yarí, mientras supervisaba las obras.

 

(Reuters)

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