El neurocientífico Christopher W. Tyler, de la City University de Londres, publicó un estudio en la revista Jama Ophthalmology, en donde afirmá que profundidad de las pinturas de Leonardo da Vinci se debe a un defecto en la vista del artista.

 

Según Tyler, Da Vinci habría sufrido de una forma de estrabismo llamada exotropía, que “indujo” al artista en algunos de sus cuadros a pintar uno de los ojos desviados, una de las características de su emblemática obra La Gioconda.

 

«Es probable que el estrabismo intermitente, con la alternancia de visión 2D y 3D, de alguna manera haya hecho al artista más consciente de los detalles que generan la tridimensionalidad en las pinturas, y esto podría explicar por qué Leonardo fue tan cuidadoso en dar la impresión de la profundidad en sus obras», explicó Tyler a ANSA.

 

El estudio científico examinó el alineamiento de las pupilas en un autorretrato de Da Vinci y en el David de Verrocchio, obras para las que el mismo Leonardo posó como modelo, así como el Salvator Mundi El hombre de Vitruvio, en las que según Tyler, el artista habría reproducido su defecto visual.

 

De acuerdo a la misma investigación, la modelo que posó para el cuadro La Gioconda, la noble florentina, Lisa Gherardini también fue diagnosticada con estrabismo.

 

(LaIguana.TV)

“La Mona Lisa”, de Leonardo Da Vinci, es una de las pinturas más célebres del mundo