Uno de los 3,000 correos electrónicos de Hillary Clinton liberados por el Departamento de Estado la víspera del Año Nuevo (fecha en la que esta noticia verdaderamente importante fue silenciada) puso de manifiesto la trama de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan) para derrocar a Gadafi, misma que fue propiciada, en primer lugar, para destruir la idea de lanzar una moneda africana respaldada en oro y, en segundo lugar, para apoderarse de las reservas de petróleo de Libia.

 

El correo electrónico en cuestión fue enviado a la [que era en aquel entonces] secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, por su asesor no oficial, Sydney Blumenthal, bajo el título “El cliente de Francia/ El oro de Gadafi”.

 

El correo electrónico identifica al ex presidente francés, Nicolas Sarkozy, como uno de los planificadores del ataque en contra Libia con cinco propósitos específicos en mente: 1) capturar el petróleo de Libia, 2) garantizar la influencia francesa en la región, 3) aumentar la reputación de Sarkozy en escala nacional, 4) reafirmar el poder militar francés, y 5) terminar con la influencia de Gadafi en lo que es considerado “el África francófona.”

 

Pero es más sorprendente todavía la parte que aborda la gran amenaza que constituyen las reservas de Gadafi de oro y plata –estimadas en “143 toneladas de oro, y una cantidad similar en plata”– para el franco francés (CFA), que circula como una de las principales monedas africanas.

 

Y a continuación, viene la parte del correo electrónico que demuestra que la OTAN tenía motivaciones ocultas para destruir Libia:

 

Este oro se acumuló antes de la rebelión en curso y fue destinado con el objetivo de establecer una moneda panafricana basada en el dinar de oro de Libia. Este plan fue diseñado para proporcionar a los países africanos de habla francesa una alternativa monetaria frente al franco francés (CFA).

 

(Una fuente del reportaje: De acuerdo con diversas personas con conocimiento sobre el tema, esta cantidad de oro y plata está valorada en más de 7,000 millones de dólares. Oficiales de los servicios de inteligencia franceses descubrieron este plan poco después de que comenzó la rebelión en curso, y este fue uno de los factores que influyó en la decisión del ex presidente, Nicolas Sarkozy, para comprometer a Francia en el ataque contra Libia. Según estos personajes, los planes de Sarkozy fueron impulsados por las siguientes razones:

 

– Obtener una mayor proporción de la producción de petróleo de Libia,

 

– Incrementar la influencia francesa en la región del Norte de África,

 

– Mejorar la situación política de Francia en el plano interno,

 

– Dotar a los militares franceses de una excelente oportunidad para reafirmar sus capacidades y su posición en el mundo y, finalmente,

 

– Abordar la advertencia de varios de sus asesores en torno a que el coronel Gadafi, planeaba socavar la influencia de Francia como potencia dominante en el “África francófona”.

 

Ergo, tan pronto como los servicios de inteligencia franceses descubrieron los planes de lanzar un dinar de oro de Gadafi, se decidió encabezar la campaña contra él, pues ya se habían acumulado suficientes buenas razones para forzar su relevo.

 

Por desgracia, Gadafi ya había advertido con anterioridad a los europeos (en unas “proféticas” conversaciones telefónicas con Tony Blair) que su caída provocaría el aumento del extremismo islámico en Occidente. Una advertencia que hoy es letra muerta; ¿Qué importó la pérdida de vidas en Francia y Libia, si al final de cuentas los planes que se llevaron a cabo llenaron a lo grande los bolsillos de los políticos y de la élite?

 

(Sheep Media)