OPINION-C.jpg

Si el pueblo sufre y tiene problemas, los verdaderos pastores buscan aliviarlos y ayudar a resolverlos. No actúa así la Conferencia Episcopal Venezolana. Desde su participación en el golpe de 2002, donde ve una herida procura escarbarla y sacarle provecho. Tal el mensaje que acaba de leer “monseñor” Diego Padrón, un manifiesto trasnochado de macartismo y guerra fría. Las comillas de “monseñor” las puso el papa Francisco, quien eliminó ese título para acabar con el clasismo (sic).

 

(Por Earle Herrera/Ciudad Ccs)