Su nombre es Jim Till, es profesor universitario, experto en resolución de conflictos graduado en la Universidad de Harvard, habla el español de manera fluida y regresará a Caracas a encarar de nuevo la tarea de acercar a la oposición y el Gobierno venezolano, tal y como ya lo hiciera tras los sucesos del año 2002 luego del golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez. 

 

Según ha dado a conocer la agencia de noticias AP, se estima que su visita dure varios días y en ese tiempo sostenga reuniones a puertas cerradas con representantes del Gobierno y de la oposición. A diferencia del año 2002, actualmente hablar de diálogo en el país se torna polémico tras los intentos fallidos realizados por el Vaticano y el expresidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. 

 

Por tal motivo, prefiere llamar estos encuentros como “intercambio de ideas”. Ha propuesto que participen ocho personas de cada uno de los bandos. Hasta ahora ha trascendido que entre los representantes del Gobierno estarían Rafael Lacava y Héctor Rodríguez, gobernadores de Carabobo y Miranda, respectivamente. Entretanto, por el sector opositor aún no se anuncia ningún nombre. Para Tull es importante que asistan personas de trayectoria política y otras caras nuevas. Ha dicho que es necesario crear un «espacio seguro» para un futuro diálogo, aunque no precisamente negociaciones, al menos no por ahora.

 

«Hay una gran probabilidad de que se apliquen muchos esfuerzos a esto y no cambie nada en el terreno», declaró Tull en una entrevista desde Cambridge, Massachussetts. «Pero si se consigue la participación de la gente correcta, y uno va acercándose paso a paso, entonces se incrementan dramáticamente las posibilidades de que ocurra algo bueno».

 

La misión de Tull es organizada por el llamado Grupo de Boston, surgido en el año 2002 y lo conforman legisladores venezolanos y estadounidenses de una variada gama política. Hay demócratas republicanos, socialistas y capitalistas, que los une su “preocupación” por Venezuela. Detrás de la decisión de Tull de volver al país está el senador republicano Bob Corker, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, quien estuvo a principios de octubre en Caracas entrevistándose con el presidente Nicolás Maduro. 

 

Luego de más de una década, el Grupo fue reactivado para conseguir la excarcelación de Joshua Holt, el misionero estadounidense que se encontraba preso en el país por su vinculación con hechos terroristas. 

 

Hasta el momento, la Casa Blanca no ha dicho públicamente si apoya estas iniciativas de buscar una solución pacífica a la situación actual que se vive en Venezuela. Sin embargo, la visita de Tull al país sí se acerca más a la posición de la Unión Europea, instancia que ha dicho a través de la jefa de política exterior de la Unión Europea, Federica Mogherini, que son partidarios de que se reanude el diálogo.

 

En esta oportunidad el trabajo que hará Tull en el país cuenta con el financiamiento del Centro Noruego para la Resolución de Conflictos, que desempeñó un papel importante en el proceso de paz en Colombia. 

 

Para Tull la teoría de la negociación y resolución de conflictos se volvió un tema personal cuando hace décadas tuvo que negociar su propia libertad al ser capturado por guerrilleros de Nicaragua. Del presidente Maduro ha dicho que lo recuerda como un hombre que defiende enérgicamente sus ideas de izquierda, pero que también sabe escuchar. 

 

En sus recientes declaraciones ha asegurado sentirse convencido de que puede volver a “encontrar coincidencias”, aunque está claro que cualquier iniciativa de diálogo puede ser tachada como una traición por personas de ambos bandos. 

 

«Los venezolanos llevan mucho tiempo peleándose y las cosas empeoran cada vez más», declaró Tull, «y eso no necesariamente es adecuado para ninguna de las partes», sostuvo. En su hoja de vida destaca su asesoría a organizaciones, gobiernos y corporaciones en más de 70 países a fin de aumentar su eficacia frente a las crisis. 

 

También ha trabajado con los gobiernos de Bolivia, Guyana, Parauay, Colombia y Venezuela sobre sus conflictos nacionales. Además, ha colaborado con grupos tan diversos como Oxfam, el Ministerio de Comercio de Indonesia y el Ministerio de Educación de El Salvador. Ha trabajado extensivamente con las sucursales de las Naciones Unidas de la OMS, el PMA, la FAO, el Pnud, la Ocha y la Unicef. 

 

(LaIguana.TV)