La mayoría de los colegios electorales brasileños cerró sus puertas este domingo a las 05.00 pm hora local (20.00 GMT) tras unos comicios en los que estaban convocados 147,3 millones de votantes para elegir en segunda vuelta al nuevo presidente y a los gobernadores de 14 de los 27 estados del país.

 

Los brasileños fueron convocados nuevamente a las urnas este domingo en 5.570 municipios y en 171 localidades en el exterior debido a que ninguno de los candidatos presidenciales obtuvo más de la mitad de los votos en la primera vuelta y para definir en balotaje entre los dos más votados, el ultraderechista y favorito Jair Bolsonaro y el socialista Fernando Haddad.

 

Las urnas permanecerán abiertas en las ciudades que tienen husos horarios diferentes a los de las regiones sur, noreste y sureste del país, que concentran a la mayor parte de la población.

 

El estado de Acre, en el oeste de Brasil y fronterizo con Bolivia, será el último donde cierren los colegios debido a que tiene dos horas de diferencia con respecto a Brasilia.

 

Por causa de los diferentes husos horarios los primeros boletines oficiales, así como las encuestas a pie de urna, solo se conocerán a partir de las 07.00 pm hora local (22.00 GMT), cuando finalice la votación en Acre.

 

La jornada electoral, que ha durado nueve horas, transcurrió con normalidad y solo tuvo algunos incidentes aislados.

 

Según el Tribunal Superior Electoral (TSE), hasta las 03.50 pm hora local (18.50 GMT) se habían registrado 299 delitos electorales en todo el país, que concluyeron con 132 personas detenidas, en su mayoría por hacer proselitismo político cerca de los colegios electorales.

 

El tribunal también informó que hasta las 03.48 pm hora local (18.48 GMT), es decir, poco más de una hora antes del cierre de la mayoría de los colegios electorales, había sustituido 3.841 urnas electrónicas que registraron fallas, que corresponden tan solo al 0,74 % de los 454.494 artefactos instalados en todo el país, y que tan solo en tres colegios fue necesario recurrir al tradicional voto en papel.

 

Según las últimas encuestas, difundidas este sábado, Bolsonaro, un polémico candidato por su defensa de la dictadura militar (1964-1985) y por sus declaraciones de tiente machista, racista y homófoba, tiene una clara ventaja y sería elegido presidente con una votación que oscilará entre el 54 % y el 56,8 %.

 

Sin embargo, los mismos sondeos han mostrado en las últimas dos semanas un crecimiento sostenido de las posibilidades del sucesor de Lula como candidato del Partido de los Trabajadores (PT) y a quien los sondeos le atribuían una intención de voto que varía entre 46 % y 43 %, frente al 41 % que tenía la semana pasada.

 

Mientras que Bolsonaro se manifestó seguro de su victoria al votar este domingo, Haddad dijo que aún confía en una remontada frente al favorito.

 

(Globovisión)