“Contrario a lo que se quiere hacer ver desde los medios, en Brasil no perdió el comunismo, pero sí ganó el fascismo”, expresó la especialista en temas mediáticos y de redes sociales Larissa Costas, moderadora del programa televisivo A un click.

 

“La utilización del lawfare (judicialización de la política) como instrumento de guerra no convencional, sumado al aparato de propaganda de Steve Bannon y el  despliegue de noticias falsas constituyeron una especie de alquimia venenosa que se inoculó  en ese país. La democracia brasileña agoniza y la misión de Bolsonaro es matarla por asfixia”, señaló.

 

Costas recordó que Bolsonaro se ha confesado un fanático y discípulo de la dictadura que gobernó en Brasil entre 1964 y 1985, y de Pinochet en Chile. “Sus posiciones son propias del supremacismo blanco y sus asesores económicos son conocidos miembros de élites neoliberales. Brasil ha elegido hoy una dictadura, bajo la promesa de desreglamentar la tenencia de armas en la población civil y el uso arbitrario de la violencia letal del Estado. La promesa es matar: así lo dijo públicamente el candidato electo hoy”.

 

(LaIguana.TV)