A propósito de cumplirse un año más del natalicio de Alí Primera le traemos esta entrevista que el cantor del pueblo sostuvo en Nicaragua con el respetado poeta Ernesto Cardenal.

 

A continuación el video y la conversación entre ambos personajes.

 

Desde que partí hacia Nicaragua el mes de abril pasado, llevaba el corazón alegre. No sólo porque iba al encuentro de tantos y tan queridos hermanos del canto latinoamericano, que con motivo del II Festival Foro de la Nueva Canción, se darían en cita en la patria de Sandino y Rubén Darío, iba también al encuentro de un pueblo amigo y bueno, que hoy lucha valientemente contra la agresión imperialista y la acción criminal de los exguardias somocistas apoyados por la CIA.

 

Todo el canto reunido en Nicaragua alzó vuelo como un glorioso pájaro, para decirle al mundo que el humano y justiciero proyecto sandinista necesita la paz para reconstruir el país nica, devastado por la pobreza, el terremoto y el saqueo somocista. A eso fui, a poner mi voz y mi canto al lado de tantos hermanos para decirle al pueblo nicaragüense que estamos seguros de su nueva victoria, de la victoria de la vida sobre el terror. Pero también llevaba un encargo: Zobeyda la muñequera (de Píritu, Portuguesa) construyó un muñeco de trapo a imagen y semejanza del poeta (inmenso poeta) Ernesto Cardenal, Ministro de Cultura del Gobierno de Reconstrucción Sandinista, y me pidió que le entregara personalmente. Al llegar a Managua plantee la necesidad de encontrarme con el querido poeta y revolucionario, no sólo por cumplir el encargo de Zobeyda, sino una imperiosa motivación: quería que él me contara sobre lo acontecido por la visita del Papa Juan Pablo II a Nicaragua. Él, por ser cristiano y fiel a la verdad de Dios, podía mejor que nadie explicarnos lo sucedido realmente y que las agencias de prensa manipularon en contra de Nicaragua libre y su hermosa revolución. Yo fui en busca de la verdad, ésta es.

 

Alí Primera (AP): En Venezuela se ha especulado mucho sobre una supuesta persecución por parte del Gobierno Sandinista, de las religiones en Nicaragua. Además, se informó a través de las agencias internacionales de prensa, de un supuesto irrespeto al papa a su llegada a Nicaragua. Concretamente, Padre Cardenal, ¿Sintió usted como cristiano que el pueblo nicaragüense irrespetó a la máxima figura de la Iglesia Católica?

 

Ernesto Cardenal (EC): No, sencillamente el Papa vino aquí a hacer un acto político aunque él dijo que venía en una misión estrictamente pastoral. Tanto él como el Arzobispo de Managua que habló antes que el Papa, y que es enemigo de esta revolución, estuvieron diciendo cosas que herían al pueblo de Nicaragua y que herían a nuestra revolución. Había allí unas 700.000 personas, teniendo Nicaragua apenas unos 2.500.000 habitantes, concluimos que la tercera parte del país, prácticamente, estaba allí. Después que ese pueblo estuvo escuchando con mucho respeto y en profundo silencio, comenzaron esas miles de voces en coro a gritarle: ¡QUEREMOS PAZ! ¡QUEREMOS PAZ! Y también pedían una oración por nuestros muertos, mártires de nuestra guerra de liberación y los mártires que estamos teniendo a diario; muertos causados por la invasión de exguardias somocistas que el Imperialismo norteamericano está ayudando y financiando, está entrenando, armando y financiando. El pueblo tuvo un clamor unánime para que el Papa se pronunciara a favor de los pobres y en defensa de nuestro pueblo. El pueblo también estuvo diciendo: ¡queremos una sola Iglesia al lado de los pobres! Eso no fue un irrespeto, fue la respuesta de un pueblo maduro; que es profundamente cristiano, católico en su gran mayoría y también revolucionario. Un pueblo que no se deja llevar por las manipulaciones religiosas que también se han intentado hacer contra nuestra revolución. Nuestro pueblo tiene la obediencia y respeto al Sumo Pontífice, pero también le supo responder cuando el Papa no estaba entendiendo nuestra revolución y la estaba realmente agrediendo, creyendo que, porque el pueblo era católico, iba a separarlo de la revolución. Pero se encontró con un pueblo católico, pero firmemente revolucionario y que le supo gritar al Papa. Estaba la tercera parte de los nicaragüenses reunidos en esa plaza, representando a todo el pueblo católico, pero también un pueblo maduro que no cree ya en el fetichismo de un papado que pueda imponer líneas políticas a nuestro pueblo. Nuestro pueblo ya está liberado también de eso. Nuestra unión con el Pontífice es la unión que dice Pablo, en la que estamos unidos todos los cristianos con una sola fe, un solo Señor y un solo bautismo. Pero Pablo no dijo que estábamos unidos en una sola ideología política o en un solo partido político; y el Papa es un Papa reaccionario y el Papa no entiende nuestra revolución. Y en eso, en ideas y en ideologías políticas no estamos unidos con el actual Papa lo cual no quiere decir que no estemos unidos a una sola fe, un solo Señor y un solo bautismo.

 

AP: También se ha dicho, señor Ministro de Cultura…

 

EC: Disculpa, no soy señor Ministro, somos compañeros…

 

AP: Yo sé que somos compañeros, somos cristianos, somos revolucionarios. Yo digo señor Ministro, por la dignidad con que usted concibe al pueblo y con que usted entiende que, desde este Ministerio, hay que realizar por el hombre nicaragüense, por la altura con que usted realiza este trabajo. También se ha dicho en Venezuela, por noticias llegadas a través de las agencias norteamericanas que usted tuvo un gesto irrespetuoso hacia el Papa cuando lo fueron a despedir al aeropuerto. ¿Podría explicar la verdad de eso?

 

EC: Nunca he sabido que se haya dicho eso, no sé quiénes dijeron eso, a qué acto se refirieron, a ver si me puedes aclarar eso.

 

AP: Se dijo que los más altos dirigentes de la Junta de Reconstrucción Sandinista tuvieron un trato poco cordial y digno de la investidura del Papa y entre ello se destacaba la irreverencia de Ernesto Cardenal con la más alta autoridad de la iglesia de la cual usted es miembro. Eso es lo que quiero que explique a nuestro pueblo de Venezuela, lo que realmente sucedió en la despedida del Papa de Nicaragua.

 

EC: No, en la despedida del Papa no sucedió absolutamente nada, sino que todos los Ministros del Gabinete estuvimos en fila despidiéndolo algo de lejos, mientras lo despedían de cerca la Junta de Gobierno, la Dirección Nacional del Frente Sandinista y los Obispos. El Comandante Daniel Ortega dijo un discurso de despedida y abordó el avión. Tal vez se están confundiendo con lo que pasó en el recibimiento del Papa donde estábamos también la Junta de Gobierno, la Dirección Nacional y todos los ministros del gabinete parados en fila junto al cuerpo diplomático. El Papa fue saludando de uno a uno, cuando llegó hasta mí yo me quité la boina y doble la rodilla y lo saludé de esa forma, entonces él me dijo: “Usted debe regularizar su situación” (esas fueron sus palabras). Precisamente se comentó que yo había sido el único que había saludado al Papa en esa forma, pero también, después, el diario La Prensa publicó la fotografía del Embajador de Venezuela en Nicaragua, quien lo saludaba haciendo una semigenuflexión. Pero lo que se comentó fue el hecho de que no me hubiera arrodillado ante el papa.

 

AP: Yo he visto en Nicaragua un deseo inmenso de vivir en paz. No hay reconstrucción posible de nada, sino hay un ambiente pacífico para lograrla, para realizarla. Yo he visto el interior de Nicaragua, he visto funcionando escuelas, fábricas, incluso obreros de una fábrica de Granada nos ofrecieron un acto cultural (a pesar de los disparos de la frontera con Honduras y Costa Rica). Esa Nicaragua Libre necesita más que una oración por la paz, más que una canción por la paz; aunque son válidas la oración y la canción. Nicaragua necesita de todo el mundo, de la Humanidad entera, un gesto solidario, una actitud solidaria materializada en hechos concretos. Un movimiento mundial de opinión por la paz no sólo en Nicaragua sino en toda Centroamérica. La revolución nicaragüense es un proyecto humano, digno, libertario y de profundas transformaciones sociales democráticas. Una de las consignas más importantes que yo he leído en las paredes de las ciudades es: “Tenemos libertad y justicia, necesitamos la paz».

 

AP: Querido amigo, Ernesto Cardenal: Nosotros en Venezuela, en América Latina, en nuestra Patria Grande soñada por Bolívar, sabemos la necesidad de centros de cultura, donde el pueblo mismo realice, ponga en práctica y desarrolle su propia cultura, sin recibir orientaciones paternalistas y directrices que antes de desinhibirse su creatividad la repriman. ¿Qué ha hecho el Ministerio, con todas las dificultades económicas que tiene, en función de la creación de estos centros de cultura popular?

 

EC: Para nosotros, estos centros de cultura popular y casas de cultura son lo más importante de nuestro Ministerio, porque es llevar la cultura al pueblo. La función específica de este Ministerio es la masificación de la cultura, entregar la cultura a las masas que son sus verdaderos dueños, la democratización, pues, de la cultura. Que la cultura no sea privilegio de una élite, de un pequeño grupo de gente culta, que sea patrimonio de todo el pueblo. Que sea el pueblo todo consumidor de cultura y de la cultura más excelente y, no solo consumidor sino también productor de cultura. El Ministerio de Cultura es muy amplio puesto que la cultura lo abarca todo, el Ministerio de Cultura es el Ministerio de la poesía, de la música, del teatro, de la danza, de la pintura, de la artesanía, el folklore, las bibliotecas, los museos, los deportes y la producción de cine; pero todo esto en función de las masas, que todo esto llegue a las masas, que los museos estén visitados por toda la población, que toda la población participe, niños, mujeres y aún ancianos haciendo deportes, y no como simples espectadores de campeones y de artistas. Esto es lo que nosotros llamamos Cultura Democrática.

 

AP: Compañero Ministro, aquí en Nicaragua se está realizando en estos momentos el II Festival Foro Latinoamericano de la Nueva Canción, que esta vez se internacionaliza, se universaliza más con la presencia de Peter Seeger, legendario cantor norteamericano, demostrando que el pueblo norteamericano es uno y el Pentágono y su política belicista y agresiva es otro. ¿Qué importancia tiene para el pueblo nicaragüense el que, desde aquí, se eleve un canto por la poesía, el amor, la solidaridad y la paz?

 

EC: Es una importantísima defensa de la paz el que vengan los más importantes cantores de nuestra América. Precisamente en estos momentos en que el Imperialismo nos invade con los somocistas, estamos recibiendo la invasión del canto. Esta revolución se hizo también con cantos, no solamente con fusiles. La revolución fue preparada desde hace mucho tiempo también por la poesía, por toda la producción literaria de Nicaragua comenzando con (Rubén) Darío y también por todos los trabajadores del arte especialmente del canto, y en los días de la insurrección final se cantaba en las barricadas entre combate y combate y se escuchaba también el canto combativo de la Nueva Canción Latinoamericana que levantaba la moral de nuestros jóvenes combatientes. Ahora que estamos de nuevo en lucha, defendiendo la revolución, defendiendo la paz conquistada con tanta sangre, estamos también defendidos por el canto de América. Es una demostración de solidaridad de todos los otros pueblos hermanos, es una demostración también de que toda nuestra América es una, y la agresión a uno es una agresión a todos. Es, igualmente, una muestra de que nuestra revolución es una revolución de la cultura, porque no concebimos nosotros un desarrollo material que no vaya acompañado de un desarrollo espiritual. No concebimos un desarrollo económico que no esté acompañado de un desarrollo cultural. Cultura y revolución para nosotros son lo mismo, lo mismo es revolución y cultura y ese es el papel que el canto tiene en nuestra revolución.

 

AP: Los venezolanos, en estos momentos nos preparamos desde todas las esferas del país a conmemorar el bicentenario de nuestro Libertador, Simón Bolívar, cuyo significado no es sólo venezolano, sino también latinoamericano. ¿Qué planes tiene el Ministerio de Cultura, el pueblo nicaragüense y su gobierno sandinista para conmemorar esta fecha natalicia de nuestro Libertador?

 

EC: Acaba de integrarse la comisión preparatoria para el bicentenario de Simón Bolívar y yo soy uno de los integrantes de esta comisión, la cual se encargará de la realización de una gran cantidad de eventos culturales que comenzarán precisamente el día de hoy (22 de abril) con la intervención de cantores de la Nueva Canción Latinoamericana en un acto en homenaje al Libertador del cual todos nos sentimos hijos; y por cierto que el lema de la celebración del bicentenario es: “Somos hijos de Bolívar”, basándonos en una frase de Sandino que dijo: “Yo soy hijo de Bolívar”. En todo el país se realizarán numerosos eventos, pero principalmente nos vamos a centrar en todo aquello que sea la divulgación del pensamiento de Bolívar y la práctica de su pensamiento. No solamente que se estudie y se repita como una labor académica, sino para que se realice lo que Bolívar quiso.

 

–  La oficina de Ernesto Cardenal es pequeña, sencilla y bonita. Las ventanas abiertas dejan entrar la luz del mediodía y el canto de los pájaros. La sede del Ministerio de Cultura queda en lo que antes era la casa de Somoza. Todo es actividad y la palabra compañero es amiga de la palabra amor, de la palabra ternura, de Nicaragua LIBRE. Antes de la revolución, esta casa era habitada por la palabra muerte, ahora está habitada por la vida, para vivir en paz y construir el hombre nuevo. A pesar del intenso trabajo, se respira aquí profunda paz. Pienso que pronto toda Nicaragua respirará esa paz, paz para trabajar y amar. Quiero despedirme del poeta al servicio del hombre, transcribiendo algo de su propia definición como activista de la ternura: “Yo me he politizado con la vida contemplativa, la meditación, la profundización, la mística es la que me ha dado a mí la radicalización política. Yo he llegado a la revolución por el evangelio. No fue por la
lectura de Marx sino por Cristo”.

 

En toda Nicaragua, las canciones, el muñeco de Zobeyda, los corazones levantados y los fusiles de los guardafronteras, siguen diciendo a los asesinos: NO PASARÁN.

 

(LaIguana.TV)