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Poco antes de ser celebrarse este 30 de enero las fiestas patronales de la población Mene Mauroa, en el estado Falcón, se supo del robo de la corona que viste a la Virgen de Lourdes, patrona de los enfermos y de esa localidad, según las costumbres icónicas religiosas de este poblado.

 

La pieza de aproximadamente kilo y medio de cuantiosa orfebrería, portadora de varias piedras legítimas, fue sustraído la madrugada de este jueves de una caja fuerte ubicada en la iglesia local.

 

La institución católica dispuso desde 1862, como parte de su labor colonizadora de nuevos feligreses, que la Virgen de Lourdes fuera venerada, luego de sus supuestas apariciones en el poblado de Lourdes, Francia.

 

Desde ese momento, la onda expansiva de idolatría y veneración de las estatuillas “como vehículo de la gracias Dios”, terminó por instalarse en el imaginario de los pobladores de América.

 

La representación original de la Virgen de Lourdes, consiste en un “atuendo” sencillo, velo blanco, listón azul, rosario colgando de brazos, más una rosa dorada en cada pie.

 

El fetichismo exacerbado promulgado por la Iglesia, coloca en las cabezas de mármol, cerámica, arcilla o madera de estas Vírgenes, coronas de oro. Sumado a piedras preciosas; que, irremediablemente, así como de manera repetida en distintos poblados, han sido sustraídas “misteriosa o divinamente”.

 

La corona de la virgen de Lourdes de Mene de Mauroa, reposaba en un banco de la localidad del que fue sacado tres semanas antes, previa a la celebración popular, y resguardado en una caja fuerte de la iglesia local, desde donde fue sustraída.

 

(LaIguana.TV)