Este martes, la Alcaldía de Bogotá (Colombia) trasladó a casi 300 venezolanos que se encontraban cerca del terminal de autobuses hasta un campamento dispuesto por las autoridades locales en un barrio del occidente de la ciudad. Sin embargo, la reubicación generó una serie de protestas en esa zona.  

 

El traslado fue realizado por miembros de la Secretaría de Integración de Bogotá, de la Policía y gestores de convivencia, quienes arribaron al campamento desde tempranas horas. 

 

Según reportes de algunos medios, las autoridades acordaron que los ciudadanos permanezcan en el lugar hasta enero de 2019 y aseguraron que contarán con todos los servicios que no tenían en el sector donde estaban. Pese a estas promesas, algunos venezolanos manifestaron decepción a su llegada al campamento. 

 

«Quedé bien impresionada porque se nos dio una información y cuando llegamos conseguimos otra. Allá se nos dijo que íbamos a tener luz, agua y gas. Aquí veo que no hay luz, no hay agua, no hay gas; no hay nada» , dijo una venezolana a la agencia de noticias AFP. 

 

(LaIguana.TV)