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La embarazada viuda del infortunado vendedor de verduras y frutas de la urbanización Prebo, dio a luz al enterarse que su pareja había sido herido de muerte el pasado 6 de septiembre.

 

Mientras los médicos del Centro Hospitalario Dr. Enrique Tejera intentaban estabilizar al trabajador tachirense de 30 años de edad, su compañera de vida era atendida en una sala de partos, refirieron los vecinos de la Calle 129 del norte de Valencia.

 

El crimen que conmocionó al sector y destruyó a una familia, destapó una cadena de vicios y corruptelas que ahora salpican a funcionarios de la Policía Municipal de Naguanagua. Los lugareños aseguran que aún recuerdan la ráfaga de disparos que los atemorizó. Desde entonces la congoja se apoderó de ellos.

 

Los criminales se marcharon, pero en la huida se les cayó un cargador de pistola que pertenece a la Policía de Naguanagua. Ahora los detectives del Cicpc andan tras la pista de una red de policías y delincuentes comunes de múltiples facetas.

 

“Eso ocurrió a las 7:20 de la noche. Ellos –los vendedores de verduras y frutas– habían recogido sus cosas cuando llegaron los asaltantes y le dieron unos quince tiros. Si esos policías son malandros, que se dediquen a robar, pero no que maten a la gente así”, dijo una vecina de las torres Parque Prebo, quien pidió no ser identificada por temor a represalias.

 

Otro residente del edificio Terra Nova recordó que el difunto vendedor Samuel Jesús CanoTorrealba era muy apreciado por los vecinos. “Le llamábamos Jimmy. Todos ellos  eran miembros de una familia. Venían de El Cobre, estado Táchira, todos los martes y se iban los miércoles. Lo mataron como a un perro”, dijo.

 

Los vecinos aseguran estar cansados de los robos cuando regresan a sus casas, al caer la noche. Manifestaron que desde hace algún tiempo los vendedores ambulantes han optado por utilizar puntos de venta para reducir el manejo de dinero en efectivo.

 

Estimaban que los asaltantes habían suscrito algún pacto con el diablo, pues cada vez que robaban llegaban de inmediato unos policías motorizados, pero nunca los alcanzaban. Ahora consideran que se trataba de funcionarios que fungían de “campaneros” para proteger a los delincuentes.

 

Peritajes balísticos

 

Fuentes no oficiales refieren que las pesquisas que adelanta la Subdelegación Carabobo del Cicpc en relación a la muerte del vendedor de verduras y las lesiones sufridas por un hermano de éste, se encaminan a desarticular la banda mixta conformada por policías y ladrones.

 

Una de las hipótesis que se manejan en la sede policial se orienta hacia un grupo de policías de Naguanagua que regentaba un centro de alquiler de armas para cometer hechos ilícitos. Las conchas de balas calibre 9 milímetros halladas en el caso Prebo serán cotejadas con las armas que el Cicpc colecto en el parque de armas de PoliNaguanagua.

 

Trascendió que la balística forense que se adelanta y que incluye peritajes de mecánica y diseño de las pistolas Glock, permitirá a los detectives establecer si las armas objeto de estudio se encuentran comprometidos en una cadena de delitos ocurridos en el norte de Valencia.

 

Los investigadores sólo aguardan a que los peritos les indiquen si los casquillos colectados en diversas escenas del crimen se corresponden con las armas de PoliNaguanagua.

 

(Notitarde)