El presidente de la República, Nicolás Maduro, honró con la réplica del sable del general Rafael Urdaneta al embajador de Venezuela en Cuba, Alí Rodríguez Araque, quien murió este lunes y cuyos restos mortales fueron trasladados este miércoles a la Casa Amarilla donde se rinde homenaje en Capilla Ardiente. 

 

El mandatario acompañado por la primera combatiente Cilia Flores;el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno; el fiscal de la República, Tarek William Saab, y el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, hicieron guardia de honor al rededor del féretro de Rodríguez.

 

«Estamos hoy despidiendo a un venezolano especial, a un hombre que en el transcurso de su vida fue consecuente en la construcción de valores, en la demostración de un ser venezolano que nos llena de orgullo», expresó el presidente.

 

Valoró al embajador como un ejemplo de revolucionario, compromiso, valentía, hombre que desde temprana edad asumió la lucha de izquierda.

 

El jefe de Estado evocó el liderazgo de Rodríguez Araque como guerrillero, como político que asumió responsabilidades en la conducción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) y la industria petrolera de Venezuela. 

 

La actividad fue transmitida de forma conjunta por radio y televisión, contó con la presencia de familiares, amigos del embajador y miembros del tren ministerial.

 

Rodríguez fue un político, abogado y diplomático venezolano, además ministro de Energia y Minas entre 1999 y el año 2000, en la presidencia de Hugo Chávez.

 

(AVN)